Por: La Nación Opinión Octubre 22, 2023
Los primeros sábados de Néstor Kirchner en Olivos eran una invariable escaramuza futbolera de seis contra seis, donde él mismo ejercía de esforzado jugador imposible de marcar –nadie se atrevía–, de árbitro inapelable por razones obvias y, durante el posterior vermut a la sombra, también de jocoso verdugo de alguno de los funcionarios que lo acompañaban. Cuando estos partidos trascendieron a la prensa Néstor se puso muy nervioso:... + full article
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