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MODO FONTEVECCHIA
Estados Unidos

Javier Timerman: "Hay una mala relación de Trump con la Reserva Federal, y eso genera incertidumbre"

El economista y analista financiero aseguró que la "guerra inédita" entre Donald Trump y el chairman de la Fed Jerome Powell provoca la caída del precio del dólar en el mundo.

Javier Timerman, analista financiero
Javier Timerman, analista financiero | Marcelo Dubini

El economista Javier Timerman dijo que la mala relación entre el presidente estadounidense Donald Trump y el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell genera un alto nivel de incertidumbre que se ve reflejado en “una caída del dólar en el mundo”. “Argentina necesita que la acumulación de reservas y la llegada de inversiones sea más rápida, eso impacta en el país”, advirtió en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).

Javier Timerman es economista, asesor y analista financiero con amplia experiencia en Wall Street. Es cofundador y socio de AdCap Grupo Financiero. Estudió Ciencias Políticas en Israel y obtuvo un máster de Finanzas Internacionales en la Universidad de Columbia. Trabajó como trader en UBS y ocupó distintos cargos en la Unión de Bancos Suizos y en Lehman Brothers y en Bear Stearns. Nació y creció en Argentina, estudió en Israel y trabajó muchos años en Nueva York.

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Así como sos un hombre de todos lados y de ninguna parte, también sos un hombre para todo tipo de preguntas. ¿Qué está pasando en Israel? ¿Cómo repercute la guerra con Irán en Estados Unidos? ¿Cómo está la economía mundial y cómo afecta todo esto a la Argentina?

Vivimos en un mundo muy impredecible, principalmente por la imprevisibilidad de Trump en la toma de decisiones y cómo eso impacta no solo dentro de Estados Unidos, sino también afuera de Estados Unidos. Tomemos el último episodio bélico entre Israel e Irán, al que después se involucró a Estados Unidos. Viviendo en Estados Unidos, vi muchos episodios bélicos donde Estados Unidos participó, como la primera guerra del Golfo, la segunda guerra del Golfo, la guerra de Irak y Afganistán. En todos esos episodios hubo una gran cooperación dentro de la OTAN. Incluso cuando fueron las Torres Gemelas, el presidente siempre hacía eco de su relación con la OTAN, con los países europeos y con su aliado estratégico que es Inglaterra. Y todo eso cambió.

Hoy en día el presidente americano se levanta un día, tuitea una cosa, después otra, el día de mañana otra, y todo tiene una sensación de que son decisiones unilaterales, donde tampoco hay gente dentro del entorno de Trump que sea gente con reconocimiento. Entonces, todo esto crea mucha volatilidad. Si bien los mercados bajaron, ahora vuelven a subir. Los mercados hoy no están reflejando por ahora este nivel de incertidumbre. Pero, entre la guerra comercial y la guerra en Medio Oriente, uno está preparado para recibir cualquier tipo de noticias. Eso por el lado de los conflictos bélicos o la situación internacional. Después tenés la falta de previsibilidad, y también la mala praxis de Trump de relacionarse con el chairman de la Reserva Federal de una manera totalmente diferente al pasado. Hay una mala relación de Trump con la Reserva Federal, y eso genera incertidumbre. Cuando llegué a Estados Unidos en 1982, venía de estar 5 años en Israel. Me acuerdo que el primer domingo que estuve en Nueva York fui a comprar el New York Times. Vos que era pesado los domingos.

Me acuerdo que pesaba 3 kg.

Sí, más o menos. Me acuerdo que lo compré, lo llevé a mi dormitorio de la universidad, lo abrí, y en la revista del New York Times había una foto de Paul Volcker, que era el chairman de la Reserva Federal, y decía: “La persona más importante del mundo”. La nota decía que él controlaba la cantidad de dinero que había en el mundo. Siempre me quedó presente la importancia del chairman de la Reserva Federal.

Hoy en día tenés una guerra inédita entre el presidente de Estados Unidos y el chairman de la Reserva Federal. Le dice “estúpido” y todo tipo de insultos, y se espera que lo cambie en mayo cuando le vence el mandato. Esto crea mucha inestabilidad e incertidumbre. No lo vemos tanto reflejado en los índices de acciones de los principales países, pero sí lo vemos reflejado en una caída del dólar en el mundo, y más cuidado cuando se trata de flujos a países emergentes. En un momento en que la Argentina necesita que la acumulación de reservas y la llegada de inversiones sea más rápida, eso impacta en el país.

Donald Trump
El presidente Donald Trump en la asamblea de la OTAN.

Argentina, en el gobierno de Macri primero y en el gobierno de Milei ahora, pareciera estar a la espera de que vengan dólares del extranjero en forma de inversiones. Espera que baje el riesgo país y que pueda volver a los mercados con una tasa de interés razonable. Y espera que haya mucha inversión extranjera. ¿No es una espera utópica, en el sentido de que los gobiernos pro mercado creen que la calificación de riesgo es por el gobierno, cuando en realidad la calificación de riesgo es por el país? Hasta que no haya una sucesión de gobiernos de determinada manera y ciertos consensos, no importa que el gobierno sea absolutamente pro mercado: el mercado no va a creer en él, porque en realidad él no es el país. Él es simplemente un gobernante.

Yo creo lo mismo. Pero por eso la discusión entre financistas, inversores y economistas va por dos canales diferentes. Los economistas te hablan de un plan económico y enumeran los logros de un plan económico basado en la toma de medidas macroeconómicas. Los financistas y los inversores no solo miran eso, sino que también miran la historia del país y los tiempos. El factor tiempo es un factor muy importante, porque las inversiones que deberían llegar, van a llegar para quedarse 20 años. Las inversiones no llegan y se van al otro día.

En términos de los flujos financieros pasa lo mismo. Nosotros no podemos hacer comparaciones macroeconómicas de resultados macroeconómicos y compararlos con otros países. Ese error también lo cometía Cristina. Cristina decía que el déficit no trae problemas y ponía de ejemplo a Estados Unidos, como si fuéramos dos países similares, con historias similares, con capacidades similares y con productividad similar.

El día de ayer hubo eventos donde hablaron representantes del gobierno, y ellos enumeraron el hecho de que no hay que tenerle miedo a un 2% de déficit en la balanza de pagos, porque dicen que eso, en un país que crece al 6%, es consistente. Entonces, siempre volvemos al ejercicio macroeconómico, cuando los inversores miran otra cosa. No miran solo eso. Una de las cosas que mencionó ayer mi amigo y gran economista José Luis Daza, al que conozco hace más de 25 años, fue que España, durante la crisis, tuvo un déficit de cuenta corriente de 14% del producto.

Creo que llegó al 17% del producto.

Perfecto, pero España no tiene la misma historia que Argentina. Aparte, tiene el Banco Central Europeo, que, dada una emergencia, puede aportar reservas ilimitadas, que fue lo que finalmente terminó haciendo.

Nosotros hablábamos del tema de cuenta corriente. Otro ejemplo de cuenta corriente fue Chile con las inversiones de minería. Ahora, ¿cómo se solucionó en España ese déficit de cuenta corriente? Con una profunda recesión, un aumento del desempleo a más de 20%, después de la crisis del 2008. No es que el dólar va a explotar, ni que la macroeconomía va a explotar. Lo que va a explotar es la gente.

Exacto. Eso por un lado. Y además, tenían un banco central. El Banco Central Europeo, en un momento, dijo que estaba dispuesto a proveer los euros necesarios para que el sistema no se caiga. Entonces había algo detrás de todo esto como para que los inversores empiecen a confiar. Lo mismo pasó con los países asiáticos. La crisis asiática fue una crisis muy fuerte, también de balanza de pagos. Se había invertido mucho en esos países, y de repente, de un día para el otro, los inversores quisieron sacar los dólares, y no había dólares para devolver. Las monedas realmente se derritieron, por no decir otra cosa. ¿Y cuál fue la solución en ese momento en muchos de esos países? Fue cerrar, ponerle un cepo. Malasia, Indonesia y Tailandia pusieron un cepo. Y claro, con salarios tan bajos y con productividad tan alta, se llenaron de dólares en un año, y pudieron ir acomodando.

Ahora, al presidente del Citibank en Malasia lo mataron de un tiro cuando salía de la puerta del banco. Para contar simplemente cómo fue aquella crisis, la crisis asiática del 98. Se soluciona, pero hay costos.

Por eso, a mí me resulta contradictorio cuando el Gobierno dice que heredaron la peor crisis de la historia y después dicen que estamos saliendo con mejores indicadores que España. Una de las dos cosas no debe ser cierta. No debería ser cierta. Creo que las medidas que toma el Gobierno podrían llegar a ir en la dirección correcta, pero el tema son los tiempos. Si vos construís una Ferrari y te quedás sin nafta, prefiero tener un Fiat 600. El Fiat 600 con tanque lleno me lleva; la Ferrari sin nafta, no. Entonces, como tenemos un tema de dólares, y el Gobierno dice "hay tiempo", lo que está en discusión es el tiempo, no las medidas del Gobierno. Entonces, ¿estas medidas tienen que ser más lentas? ¿Tienen que ser más rápidas? Está esa discusión.

Luis Caputo
El ministro de Economía, Luis Caputo, junto al presidente del Banco Central, Santiago Bausili.

Luego del fracaso del gobierno de Macri, se pensó que las cosas hay que hacerlas rápido, porque hay que mostrar que tenemos voluntad, y lo hizo con el déficit. En eso, el Gobierno acertó de alguna manera y cambió las expectativas. Pero no podés condicionarles las expectativas a los inversores de afuera. El vicepresidente del Banco Central ayer dijo que esta nueva etapa requiere un cambio de mentalidad. En qué condición está para decirnos cuánto va a tardar ese cambio de mentalidad, y si los inversores quieren cambiar la mentalidad. A lo mejor la quieren cambiar en 10 años, y tienen que estar preparados para eso. Ahí es donde el Gobierno tiene que ir pensando cómo modifica su estrategia, porque es acertada en términos de libros macroeconómicos, pero después hay una realidad producto de nuestra historia. Eso no se cambia.

Recuerdo una anécdota que yo siempre cuento de mi padre, y sé que vos sos un admirador de mi padre. Si venía un periodista y le decía que iba escribir un artículo genial sobre tal tema, mi papá le decía: "Pará. Shakespeare escribió un libro extraordinario sobre una historia muy tonta, que fue Romeo y Julieta. Yo no sé lo que vos me vas a escribir. Tráeme el artículo. No te puedo decir si va a ser bueno o malo". Y con un plan económico pasa más o menos lo mismo. Hay un montón de factores que van a impactar en eso. Tenemos una historia muy pesada también, no solo en lo económico, sino también en lo político. Los inversores apostaron en el 2019, y de repente, de un día para el otro, el gobierno perdió en forma abrumadora. Y el nuevo gobierno pensó que todo lo que se hizo antes era equivocado y había que hacer otra cosa. Eso tuvo un costo que va a impactar en los próximos 10 años, sin duda.

¿Vos estás en Estados Unidos o estás en la Argentina?

Ahora estoy en Argentina. Sí, hasta el primero de agosto voy a estar en Argentina.

¿Y estuviste en el festejo de la embajada de Estados Unidos?

Sí.

¿Te llamó la atención la mayor concurrencia? Hasta Héctor Magnetto, que no va a ningún lado, estaba allí.

La verdad es que es la primera vez que voy a un cóctel del 4 de julio en la embajada. Nunca estoy en el país cuando eso ocurre, así que no sé cómo era antes. Había muchos políticos, periodistas y empresarios. No sé cuál es la costumbre realmente, no tengo cómo compararlo.

Cúneo Libarona festejó el juicio en ausencia por el atentado a la AMIA: "La Justicia ahora tiene herramientas"

Te hago una última pregunta que no tiene que ver con nada de economía. Ayer el juez Rafecas ordenó aplicar el juicio en ausencia para los acusados del atentado de la AMIA. Varios sospechosos serán juzgados en ausencia. De hecho, el juez Rafecas colocó como ejemplo de juicios en ausencia muchos de los juicios a los nazis. ¿Cómo imaginás que puede evolucionar eso? ¿Qué tipo de sanación moral puede llegar a generar?

Es un tema que a mí me produce mucha angustia. Primero, no vivía en la Argentina cuando fue el atentado, y no seguía los temas tan de cerca. No viví en la Argentina durante todos los años del menemismo, mientras esto pasó a ser un tema judicial. Lo único que seguí de cerca desde Estados Unidos fue el memorándum, por la participación de mi hermano. Por lo que leí, hubo mucho encubrimiento posterior al atentado, y muchas organizaciones de familiares se oponían al juicio en ausencia. No soy un experto.

Lo único que sí sé y creo es que, si bien el memorándum puede haber sido un error político, no fue un hecho de corrupción, no fue un hecho de encubrimiento. Mi hermano pagó con su vida algo que no debería haber pasado. La verdad que no tengo una opinión al respecto sobre si el juicio en ausencia o no en ausencia. Lo que sí creo es que es lamentable que en Argentina haya habido un atentado como el que hubo, y que no hayamos tenido, en los años posteriores, la capacidad para hacer la investigación correspondiente, con los culpables correspondientes, poniendo presa a la gente correspondiente y con la participación local que debería haber habido. Es todo muy lamentable.

TV/ff