La sentencia que impuso prisión perpetua a la enfermera Brenda Agüero y condenó, entre otros, a Alejandro Escudero Salama a cinco años de cárcel por encubrimiento y omisión de denuncia, marcó el cierre del histórico juicio por las muertes de bebés en el Hospital Neonatal. Los fundamentos se leerán el 23 de julio; hasta entonces, las defensas analizan sus próximos pasos.
El abogado Claudio Orosz, representante de Escudero Salama, explicó en diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7) que la estrategia pasa por esperar la letra fina del fallo: “No podemos presentar ninguna apelación o casación en este caso; corresponde leer con atención los fundamentos de la mayoría y la minoría primero”. Solo entonces evaluará acudir al Superior Tribunal de Justicia.
Para Orosz, su cliente —subdirector administrativo— estaba lejos de cualquier función clínica: “Este hombre llevaba apenas cuatro meses en el hospital; nunca atendió un parto ni aplicó una vacuna”. De allí la pregunta que repite: “Lo acusan de omisión de denuncia. ¿Dónde está la omisión?”.
El defensor recordó que Escudero Salama consultó a un fiscal cuando surgieron los primeros indicios y que la respuesta fue que “no tenés nada para denunciar”. Hoy, sostiene, se le reprocha lo contrario: “Eso es presión política”.
Críticas al sistema de jurados populares
Orosz apuntó contra el esquema mixto cordobés: “En Córdoba, los jurados técnicos influyen sobre los ciudadanos comunes; el sistema termina condicionando el veredicto”. A su juicio, ese engranaje permitió que “el clima político pesara más que la evidencia”. En su última palabra antes del veredicto, Escudero Salama reclamó que “el Estado debió pedir perdón a las madres y no lo hizo”, defendiendo su actuación durante la crisis.