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La guerra abierta entre Irán e Israel entró en una nueva fase de máxima tensión, con una escalada de ataques que profundiza la tragedia humanitaria y deja, hasta ahora, más de 240 muertos y miles de heridos entre ambos bandos. En las últimas horas, se sucedieron bombardeos, misiles balísticos y ataques contra infraestructuras clave, mientras aumentan las víctimas civiles y se intensifican los llamados internacionales a un alto el fuego que no llega.
Durante la madrugada de este lunes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que Irán lanzó una nueva oleada de misiles balísticos hacia territorio israelí. Según el comunicado oficial, los sistemas de defensa aérea se activaron de inmediato para interceptar los proyectiles en vuelo, mientras las sirenas de alerta sonaban en distintas regiones del país. La población civil fue instruida para ingresar rápidamente en los refugios antiaéreos y permanecer bajo resguardo.
Este nuevo ataque iraní se produjo pocas horas después de que el propio Ejército israelí confirmara que estaba llevando a cabo bombardeos sobre objetivos estratégicos en territorio iraní. El portavoz de las FDI, Nadav Shoshani, informó en su cuenta de X: "Las Fuerzas de Defensa de Israel están atacando actualmente emplazamientos de misiles tierra-tierra en el centro de Irán. Operamos contra esta amenaza tanto en nuestro espacio aéreo como en el iraní".
La ofensiva israelí sobre suelo iraní comenzó el viernes por la madrugada bajo el nombre de "Operación León Naciente", y desde entonces ha apuntado a infraestructuras militares (sistemas de defensa aérea, almacenes de misiles balísticos), energéticas y nucleares (Natanz, Isfahán y Furdu) del régimen iraní. También a altos cargos de la Guardia Revolucionaria iraní o científicos nucleares. Fuentes oficiales confirmaron que entre los objetivos alcanzados figuran la sede del Ministerio de Exteriores, el Comando de la Policía en Teherán y varias zonas residenciales de la capital. Además, ayer se reportaron cinco coches bomba en distintos puntos de la ciudad, según la agencia estatal Irna.
Ayer por la mañana, Irán había lanzado una andanada de misiles y drones contra territorio israelí, provocando la muerte de al menos 13 personas. Los ataques llegaron como represalia por los bombardeos que, desde el viernes, afectan severamente a Teherán y otras zonas sensibles del país.
El saldo de víctimas humanas sigue creciendo a ritmo alarmante. En Israel, las autoridades confirmaron hoy a la madrugada del hallazgo de dos nuevos cadáveres entre los escombros de una vivienda destruida por los misiles en Bat Yam, elevando el número total de muertos en suelo israelí a 16 desde el inicio de la operación militar.
Del lado iraní, el portavoz del Ministerio de Salud, Hossein Kermanpour, actualizó el domingo el trágico balance: 224 personas fallecidas y 1.481 hospitalizadas como consecuencia de los ataques israelíes. De ese total, al menos 1.257 personas resultaron heridas y debieron recibir atención médica.
Mientras las hostilidades se intensifican, las cancillerías del mundo observan con creciente preocupación una guerra que escala sin control y que podría arrastrar a toda la región a un conflicto de mayor envergadura. Por ahora, ni Israel ni Irán muestran señales de dar un paso atrás.
Diálogo cortado
Irán ha dicho a los mediadores Qatar y Omán que no está abierto a negociar un alto el fuego mientras esté bajo ataque israelí, dijo ayer un funcionario informado sobre las comunicaciones, mientras los dos enemigos lanzaron nuevos ataques y aumentaron los temores de un conflicto más amplio.
"Los iraníes informaron a los mediadores qataríes y omaníes que solo buscarán negociaciones serias una vez que Irán haya completado su respuesta a los ataques preventivos israelíes", dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
