
La capital de Estados Unidos fue testigo de un inusual desfile militar, muy deseado por el presidente Donald Trump y vivido por la multitud sin emoción. En el National Mall, rodeado por casi 30 kilómetros de vallas de alta seguridad, casi 7.000 soldados y unos 150 vehículos militares marcharon entre tímidos y esporádicos vítores. Los paracaidistas que aterrizaron frente a la Casa Blanca acapararon todas las miradas, junto con los aviones y helicópteros que sobrevolaban el Mall. El paso de tanques y camiones, con sus conductores saludando e incluso uno tocando la bocina, también llamó la atención. Durante unos 90 minutos, se repasó la historia del Ejército estadounidense, desde la Guerra de la Independencia del siglo XVIII hasta los conflictos modernos.
Para Shaun Dailey, que viajó desde la vecina Pensilvania, la parada militar es simplemente una oportunidad para honrar al Ejército el día en que Trump cumple 79 años. “Algunos dicen: oh, parece Corea del Norte, oh, parece Rusia porque Estados Unidos no celebra muchos desfiles militares (...), porque nos dicen que debemos avergonzarnos de quienes somos”, comentó el joven de 22 años. Este tenso clima político se palpó durante el desfile. Frente a una mujer que sostenía un cartel que decía “Salven Nuestra Democracia”, dos hombres desplegaron una pancarta con la leyenda “Trump para Rey”, con una foto del presidente republicano coronado.
Feliz cumpleaños
El desfile, oficialmente con motivo del 250º aniversario del Ejército, se celebró el día en el que el presidente cumplió 79 años. Al final de la ceremonia, la multitud cantó algunos tímidos “feliz cumpleaños”. “MAGA para siempre”, gritó uno de ellos, en referencia al lema del “trumpismo”, a lo que un puñado de espectadores cercanos respondió con el puño en alto o aplausos.
En la ciudad también se dieron cita los anti-Trump. Cientos de manifestantes marcharon hacia el perímetro para expresar su oposición al desfile y a la segunda presidencia de Trump. “Vine en avión para oponerme al desfile fascista de cumpleaños de Trump”, declaró Sam Richards, un veterano del ejército de Mineápolis (norte). “Todo esto parece una broma cruel, usar a personas que juraron lealtad a la Constitución y dedican sus vidas al ejército como peones para un tipo que quiere ser rey”, opinó Richards, de 34 años.