El 14 de junio será recordado como un día curioso en la polìtica de los Estados Unidos, comenzó con un hecho casi inédito de violencia política, siguió con marchas antifascistas y concluyó con un desfile militar en el cumpleaños 79 del presidente.
Acompañado por su esposa Melania, el magnate asistió al desfile que oficialmente conmemora el 250º aniversario de la creación de las fuerzas armadas estadounidenses. algunos vestidos con uniformes de distintas guerras, 150 vehículos militares, sobrevolados por unos cincuenta aviones, recorren parte de una inmensa explanada con monumentos emblemáticos como el Lincoln Memorial, en el primer desfile de este tipo desde 1991, después de la Guerra del Golfo. El desfile llegó hasta cerca de la Casa Blanca, donde unos paracaidistas entregaron una bandera al comandante en jefe.
El espectáculo, que según el ejército puede costar 45 millones de dólares, coincide con el Día de la Bandera, pero también con el 79 cumpleaños del presidente, que dijo haber recibido una llamada de su homólogo ruso, Vladimir Putin, para felicitarlo. También coincidió con el recrudecimiento de la situación militar tensa entre Israel e Irán en Medio Oriente.
El desfile incluyó la participación de más de cincuenta helicópteros, entre ellos Apache, Chinook y Black Hawk, además de 150 vehículos blindados como 28 tanques Abrams M1A1, 28 Bradley y 28 Stryker.
Las tropas marcharon frente a sitios emblemáticos como el Monumento a Lincoln, el Capitolio y la Casa Blanca.
Fanáticos. Entre el público asistente hubo muchos seguidores del presidente. “Estoy aquí porque soy fan del presidente y también porque apoyo a las fuerzas armadas”, dijo Oscar Williamson, un estudiante de 17 años del estado de Nueva York.
El joven dijo apoyar la drástica política migratoria del republicano: “Hemos acogido a demasiados migrantes”, afirmó tocado con una gorra con el lema MAGA (por las siglas en inglés de Haz que Estados Unidos vuelva a ser Grande otra vez).
Jennifer Gremmert, de Colorado, por el contrario, está contenta de “celebrar” a las fuerzas armas pero le preocupa “el rumbo que toma” el país.
Trump lleva obsesionado con organizar un desfile desde su primer mandato, tras asistir a uno en París por invitación del presidente francés, Emmanuel Macron, en 2017.
El desfile de Washington DC ha mantenido una narrativa en la que se honra el papel del ejército estadounidense en importantes victorias históricas, y, a la vez, coincidió con el cumpleaños número 79 del líder.
Lo que significa el evento es la manifestación de una nueva narrativa de gobierno. La demostración de un poderío militar pleno en un contexto de pérdida de la hegemonía económica.
Desde que asumió, el presidente Trump demostró que parte de su polìtica exterior también consiste con un fortalecimiento militar que acompañe a una estrategia más proteccionista.
Ambos cumpleaños, el del ejército y del presidente, se vieron fusionados en la jornada. La organización del evento ha requerido el traslado y posicionamiento de equipo militar durante toda la semana. “Creo la recepción será muy cálida”, declaró a la prensa el coronel del Ejército Kamil Sztalkoper antes del evento militar. “¿A quién no le gusta una gran fiesta de cumpleaños cuando se cumplen 250 años?”, agregó.
