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Cachi, en el corazón de los Valles Calchaquíes, es una joya del norte argentino que deslumbra con solo mirar alrededor. Envuelto por montañas que parecen pintadas a mano, con un cielo limpio que estalla en celeste y un aire puro que invita a respirar hondo, este encantador pueblo salteño es sinónimo de belleza natural y serenidad.
El entorno es majestuoso, desde la imponente silueta del Nevado de Cachi hasta los senderos que serpentean entre cardones y viñedos, todo aquí parece pensado para el descanso, la contemplación y la conexión con la tierra.
Pero Cachi no solo regala postales. También ofrece experiencias. Senderismo, ciclismo, caminatas rurales y visitas a bodegas forman parte de una propuesta que combina naturaleza, historia y sabor. El casco histórico del pueblo, con sus calles empedradas, su iglesia colonial y sus museos, cuenta las historias de una región que guarda memoria ancestral.
Uno de los destinos imperdibles dentro de este circuito es Miraluna, un complejo de 10 cabañas que combina el confort moderno con la arquitectura tradicional de los Valles Calchaquíes. A solo 8 km del pueblo de Cachi, fueron construidas con una armoniosa combinación de colores, texturas y diseños, para lograr que se integren al paisaje con una belleza rústica y cálida. Todas están rodeadas de viñedos y ofrecen vistas panorámicas a 2700 metros de altura.
"Miraluna es para desconectar de verdad", explica Carlos Urtasun, dueño del complejo. Sin embargo no faltan las comodidades como Wi-Fi, calefacción a leña y eléctrica, cocina equipada, pileta, juegos para chicos y un quincho con parrilla".
Las cabañas están pensadas tanto para escapadas en pareja como para vacaciones en familia, con opciones de alojamiento que van desde unidades para dos personas hasta espacios con capacidad para seis huéspedes.
Una experiencia de turismo enológico
La experiencia enológica completa la propuesta. Quienes se alojan en Miraluna pueden participar gratuitamente de visitas guiadas por los viñedos y la bodega boutique del lugar. "Según la época del año, los visitantes ven cómo se elabora el vino, incluso pueden ayudar. Y al final, claro, hay degustación", cuenta Urtasun.
La bodega, también llamada Miraluna, cuenta con 3 hectáreas de viñedos de Malbec y Merlot y una producción de vinos de alta gama, algunos de los cuales se exportan. "El proceso lleva tiempo, pero eso es lo que da calidad. El vino que se cosecha este año, se venderá recién en 2028", aclara.
Para realizar una reserva los interesados pueden comunicarse al +54 9 387 2211101 y para más información, Miraluna cuenta con una página web donde se pueden ver fotos de las distintas cabañas y sus precios: www.miralunawines.com.ar.
