Este jueves el conflicto en la frontera de Aguas Blancas-Bermejo sumó un nuevo capítulo. Durante tres horas la Prefectura Naval Argentina prohibió la navegación de las chalanas por el cauce del río, por lo que los ciudadanos comenzaron a cruzarlo a pie. Mediante imágenes tomadas por el equipo de El Tribuno quedó evidenciada la falta de controles y como el alambrado, colocado solo hace un par de meses, no impide el cruce ilegal por la zona.
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Este jueves el conflicto en la frontera de Aguas Blancas-Bermejo sumó un nuevo capítulo. Durante tres horas la Prefectura Naval Argentina prohibió la navegación de las chalanas por el cauce del río, por lo que los ciudadanos comenzaron a cruzarlo a pie. Mediante imágenes tomadas por el equipo de El Tribuno quedó evidenciada la falta de controles y como el alambrado, colocado solo hace un par de meses, no impide el cruce ilegal por la zona.
La problemática situación no solo generó enfrentamientos entre las autoridades argentinas y bolivianas, sino también situaciones extremas que ponen en riesgo la integridad de los ciudadanos que intentan cruzar el río Bermejo para realizar sus actividades cotidianas. A pesar de que se colocó el tan cuestionado alambrados en la zona, los ciudadanos siguen cruzando el río a pie.
Aprovechando el bajo caudal del río en esta época del año, decenas de personas se aventuran por las aguas, sin importar los peligros de la corriente o los posibles encuentros con la fauna del lugar.
En las imágenes capturadas, se puede ver a cientos de personas cruzando lo que parece ser el fondo de una vivienda. Vendedores ambulantes se han instalado en este "pasillo" adyacente al alambrado, ofreciendo sus productos a quienes se dirigen hacia la playa del río o regresan de la misma. Además personas van y vienen cargadas de mercadería esquivando cualquier tipo de control aduanero.
La naturaleza y el paso del tiempo hicieron lo suyo y el vallado fronterizo quedó rodeado de pastizales que, de acuerdo al relato de vecinos, por las noches convierte a la zona en tierra de nadie. Quienes se atreven a transitarla en horarios nocturnos se exponen a robos e incluso abusos sexuales ya que Prefectura se retira del sitio y no queda nadie quien custodie, según contaron a este medio.
Quienes viajan hacia Aguas Blancas, ya sea en auto propio o en trafic, se enfrentan a un tráfico caótico. Estacionar en cualquier punto de la ciudad puede llegar a costar hasta $10.000 incluso dejando el vehículo muy lejos del cruce.
