Muchas son las personas que optan por sumergir sus pies en una solución para que los mismos no se sientan cansados ni adoloridos. Ocurre que hay ciertos elementos que aportan numerosos beneficios, entre los que destacan la mejora de la circulación y la mejora de la piel.

Además, el vinagre de manzana puede ayudar a prevenir o tratar infecciones fúngicas como el pie de atleta, disminuyendo los síntomas de picazón, ardor y dolor.

Con respecto al cuidado de la piel, tienes que saber que el vinagre de manzana actúa como exfoliante, suavizando la piel y reduciendo la sequedad y la aspereza, reduciendo además la inflamación y la sensación de pesadez en los pies.

Como si todo lo anteriormente mencionado fuera poco, el hecho de remojar los pies en vinagre de manzana también puede ser preventivo, ya que ayuda a prevenir la proliferación de bacterias y hongos.

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Sumergir los pies en vinagre de manzana: por qué recomiendan hacerlo y para qué sirve

Sumergir los pies en vinagre de manzana: por qué recomiendan hacerlo y para qué sirve

En contrapartida con lo planteado, debes considerar el uso del vinagre de manzana en tus pies siempre que seas una persona diabética o que tengas una herida en la piel.

Cómo preparar un baño de vinagre de manzana para tus pies

Para preparar un baño de vinagre de manzana para tus pies y disfrutar de los beneficios antes mencionados, debes seguir los pasos que se muestran a continuación:

  1. Llenar el recipiente: llena una palangana o bañera de pies con agua tibia, asegurándote de que la temperatura sea agradable y no demasiado caliente para evitar quemaduras.
  2. Agregar vinagre: agrega aproximadamente una taza de vinagre de manzana a la mezcla.
  3. Opción: si deseas, puedes agregar unas gotas de aceites esenciales como lavanda o árbol de té para un aroma agradable y beneficios adicionales.
  4. Sumerge los pies: sumerge tus pies en la mezcla y relájate durante 15-20 minutos.
  5. Secar los pies: después de remojar, retira tus pies y sécalos con una toalla suave y limpia, asegurándote de que estén completamente secos, especialmente entre los dedos.

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