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26 de Junio,  Salta, Centro, Argentina
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Romina, la chofer valiente que quedó con secuelas tras un ataque cobarde

Una piedra lanzada por desconocidos destrozó el vidrio del colectivo que manejaba y le incrustó astillas en el ojo. No puede trabajar desde hace cuatro meses. Preocupan este tipo de ataques en Salta.
Martes, 10 de junio de 2025 00:00
Romina, la chofer valiente que quedó con secuelas tras un ataque cobarde Romina, la chofer valiente que quedó con secuelas tras un ataque cobarde
Romina Clemente, la joven chofer atacada a pedradas. La imagen del colectivo vandalizado.
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El reciente caso del tren apedreado en General Güemes, que dejó dos chicos heridos, volvió a encender las alarmas sobre una problemática cada vez más peligrosa en Salta: el ataque a pedradas contra colectivos, trenes y sus trabajadores.

El testimonio de Romina Clemente, una joven chofer del corredor 8, es estremecedor: fue atacada una madrugada mientras se dirigía al control, quedó con secuelas en la vista y desde entonces lucha por recuperarse sin haber obtenido Justicia.

Una madrugada violenta

"Estoy mejor a comparación de lo que estuve unos meses atrás cuando tuve el ataque", comienza relatando Romina, chofer de la línea 8B- 8C de la empresa Ahynarca S.A.

El hecho ocurrió el sábado 25 de enero a las 5.40 de la madrugada. "Iba hacia el control de Cachorros. Me dirigía con todo el colectivo apagado porque lo habíamos sacado de la empresa, iba fuera de servicio. En un momento sentí un impacto en la ventanilla del costado, donde va prácticamente toda la cara y el cuerpo. Volantée y seguí andando porque es como que entré en shock".

La piedra reventó un vidrio lateral. "Me cayeron todos los vidrios en la cara, en el torso. Tenía todo lleno de vidrio y en ese momento no me di cuenta que me había entrado un vidrio grande en el ojo. Ese vidrio estuvo hasta que llegué a la empresa, fui al médico… no conseguí rápido un oftalmólogo. Con el movimiento del ojo fui tirando astilla. Se me llenó de astillas de vidrio el ojo. Hasta el día de hoy, hay veces como hoy, por ejemplo, que amanecí con el ojo todo hinchado y siento como si tuviera arena adentro, y sale como astillitas".

Romina no volvió a trabajar desde entonces. Lleva meses sin poder conducir una unidad y su futuro laboral es incierto. "Estoy sin poder trabajar, no puedo volver, no me dan el alta porque por ahí llega una semana en la que está todo bien, y al otro día, aparece otra astilla más o alguna línea en el ojo. Nunca nadie me había atacado. Jamás pensé que me podía pasar", expresó.

"Todavía no sé si voy a quedar con secuelas de la vista. La estoy pasando bastante mal. Mi situación económica no es la misma que trabajando y nadie se hace cargo y no hablo de la empresa, que fue impecable, sino de que nunca pude saber quién fue para denunciar y que se haga cargo. No hubo responsables, y yo sigo yendo al médico cada tres días para controles. Ya tuve una cirugía y ahora están analizando hacer otra para sacar todo lo que tengo en el ojo y que no siga lastimandome la córnea".

Nadie lo frena

"Es común este tema, en algunas zonas más que en otras. Es un problemón", señalaron desde el sector empresario de transporte de colectivos. Uno de los puntos más conflictivos es el puente de la avenida Tavella, conocido como "Blanco", y algunos barrios de las zonas sudeste y norte de la ciudad, donde los colectivos son apedreados con frecuencia.

"Hay problemas, no son tan seguidos, como hace unos cinco o seis años atrás, pero sí. Por suerte la mayoría no pasa a mayores", reconocieron inspectores.

Al ser consultado por la problemática, el secretario de Prensa de la UTA Salta, Gerónimo Requena, explicó: "Hubo casos aislados de adolescentes que lo toman como juego, desafío, atentando contra los colectivos. Las unidades tienen cámara de seguridad y botón antipánico para que la Policía asista de inmediato".

Y agregó: "Diariamente asumimos la responsabilidad de llevar y traer a casa a personas de todas las edades, desde niños hasta abuelos. La seguridad en el transporte público es una responsabilidad compartida. Cualquier acto de vandalismo puede tener consecuencias graves. Es fundamental educar a nuestros hijos sobre la importancia de cuidar las unidades de transporte público".

Un mensaje urgente

Romina Clemente dejó un mensaje que busca tocar el corazón de los salteños: "Vecinos y usuarios del transporte público, queremos recordarles la importancia del respeto y la seguridad en nuestros colectivos. Los choferes trabajamos arduamente para llevarlos a sus destinos de manera segura. Por favor, evitemos agresiones, verbales o físicas, y cualquier acto de vandalismo como tirar piedras. Todos merecemos un viaje seguro y respetuoso. Cuidemos nuestro transporte público y a quienes lo manejan".

Lo que le pasó a Romina no debe ser solo un caso más: debe abrir los ojos de una sociedad que muchas veces calla o naturaliza la violencia cotidiana. Los pedidos de conciencia de los trabajadores al volante hoy merecen ser escuchados.

 

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