Descubrieron pinturas rupestres en un área natural protegida de Bariloche: «Podrían ser más antiguas de lo se cree»

Cinco guardas ambientales y cuatro informantes ambientales son quienes trabajan en esta área de 16 mil hectáreas. El hallazgo se produjo en una zona de difícil acceso.

Durante una recorrida de rutina en el área natural protegida Río Limay en Bariloche, encontraron pinturas rupestres que podrían tener entre 400 y 1.300 años de antigüedad. El hallazgo se produjo en una zona de difícil acceso y actualmente la Dirección de Patrimonio de Río Negro ya trabaja en su análisis. «Podrían ser más antiguas de lo se cree«, anticiparon las autoridades.

El coordinador del área ubicada en la localidad cordillerana, Exequiel Braccalente contó que ese espacio tiene una superficie aproximada de 16 mil hectáreas. «En esta área natural protegida se cuida, se protege y se custodia la biodiversidad en todo sus sentidos. La vida en toda sus formas, pero también el valor patrimonial que hay«, señaló.

Actualmente, son nueve personas las que trabajan allí. Cinco guardas ambientales y cuatro informantes. «Una de las tareas que hacemos los guardas ambientales es hacer recorridas de monitoreos periódicos», contó Braccalente. Fue en una de esas recorridas que se encontraron con lo inesperado.

«Hace aproximadamente un mes dimos con un registro pictórico que podría rondar entre los 400 y los 1300 años de antigüedad, según lo que dice nuestro plan de manejo”, contó el coordinador del área. «Siempre buscamos identificar valores patrimoniales que no estén en el registro«, explicó. Justamente eso es lo singular de este hallazgo: hace años se realiza la misma tarea y que no esté su registro es inédito.

Así, la autoridad de aplicación dentro del área protegida informó a la secretaría de Cultura de la provincia, que tomó medidas, características, imágenes y analizó el contexto. «Ahora están en un proceso de identificación, de evaluación para poder tener datos más certeros«, señaló Braccalente, quien anticipó que «Existen algunas posibilidades de que este registro sea más antiguo de lo que se cree».

«Lo significativo es que no estaba en los registros de la provincia«, reiteró el guarda ambiental. Así, el lugar podría constituir un yacimiento arqueológico de relevancia. “Eso fue lo que dijo la gente de Cultura… no solo hay un registro pictórico, sino que podría haber mucha más información sobre la presencia humana en ese lugar”, detalló el coordinador.

El sitio, por ahora, permanecerá en reserva. “Estos registros son muy vulnerables. No se pueden trasladar ni rescatar: la medida de preservación es mantener absoluta reserva”, remarcó.

Aunque el área protegida está abierta al público, hay sectores a los que no se puede acceder justamente para garantizar su conservación. “Dentro del área hay zonas habilitadas, pero también hay zonas primitivas o intangibles que tienen un valor superlativo de conservación y no están abiertas al público”, aclaró. «Este lugar donde se hallaron las pinturas es una de ellas«, agregó.


Las normas para visitar un área natural protegida


Visitar un área natural protegida implica una actitud de respeto hacia el ambiente y sus habitantes. No se trata solo de contemplar un paisaje, sino de ingresar a un ecosistema donde cada elemento cumple un rol esencial. Por eso es importante asumir ciertas normas de convivencia con la naturaleza.

Una de las principales recomendaciones que dio el coordinador del área, Exequiel Braccalente, es no ingresar con animales de compañía. Aunque estén vacunados y cuidados, pueden transmitir patógenos a la fauna silvestre o alterar su comportamiento.

También está absolutamente prohibido encender fuego fuera de los sectores habilitados, como los campings. A esto se suma la prohibición de cortar leña, extraer plantas o llevarse elementos del lugar. Estos elementos, por más simples que parezcan, son parte del entorno que se busca proteger.

Otro aspecto fundamental tiene que ver con los residuos: todo lo que se lleva, se vuelve con uno. En estas áreas no hay tachos de basura, y eso no es un descuido, sino una política deliberada. Incluso los residuos orgánicos, como una cáscara de banana o una yerba usada, deben ser transportados de regreso.

Por último, se desalienta el uso de parlantes y música a volumen alto. No solo rompe la armonía del entorno natural, sino que puede perturbar seriamente a la fauna, especialmente a las aves. Y también, por razones de seguridad y conservación, está prohibido fumar.

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