En el marco de la Semana Mundial del Parto Respetado, la sanjuanina Paula Busso, enfermera, puericultora y preparadora prenatal, compartió hace unos días en su cuenta de Instagram la historia del nacimiento de su hija, ocurrida a fines del año pasado. Lo que parecía una espera tranquila terminó en un parto de urgencia atravesado por el miedo, la contención profesional y una situación crítica de salud de su pareja, Franco.
“Hoy les voy a contar la historia de mi parto, fue bastante inesperado todo lo que pasó, el final ya lo conocemos…. Estoy segura que todo se dio así porque tuve un equipo que me contuvo desde la primera contracción”, escribió Paula al comenzar su relato sobre el nacimiento de Feli.


El primer susto: las contracciones y los “puntos rojos” de Franco
Un miércoles 27 empezaron las contracciones. “El viernes 29 era la fecha límite para que Feli nazca (por la trombofilia, no podíamos pasarnos de la semana 39) durante esa semana, mi médica me estuvo siguiendo y viendo si arrancaban las contracciones o no. El miércoles al mediodía, aparecieron.. Así que me fui a acostar y relajarme un rato…..Fue ahí cuando todo empezó a salirse del plan”, contó.
Era el momento esperado, el de las contracciones pero algo cambió el rumbo: Franco, su pareja, notó unas manchas en sus tobillos. Paula, con años de experiencia en terapia intensiva, supo enseguida que no era algo menor: eran petequias. Las contracciones se detuvieron de golpe y el temor tomó el control.
“En ese momento, mis contracciones pararon, mis nervios me comían, él se fue al médico y yo me quedé en casa, rogando que todo estuviera bien”, contó.
Franco fue a una guardia donde, según Paula, lo despacharon sin estudios. Aun así, no se rindieron y lograron que lo atendiera una hematóloga que confirmó el diagnóstico: tenía las plaquetas peligrosamente bajas y debía ser internado de inmediato.
“Franco volvió del médico, básicamente lo despacharon sin ninguna indicación, ni estudio, ni nada. Yo con esa panza gigante, casi que caminaba por las paredes, los puntitos rojos eran cada vez más”, relató.
Y agregó: “Para el día jueves, las contracciones volvieron, mi cabeza y corazón se dividían en dos: hacer todo para que mi bebé estuviera bien y pudiera nacer cuando ella quisiera, y la preocupación porque mi pareja lograra que lo atendieran y le den alguna solución”.
“Dimos con la mejor hematóloga, Amanda le pidió análisis a franco, a la tarde lo vio y lamentablemente o por suerte, lo tuvieron que internar. No tenía plaquetas, se podía desangrar si se pegaba en el tobillo. Tenía su mochila para ir al sanatorio lista, pero esta vez, la usaba para ir a su internación”, siguió.
“Mi compañera no iba a estar”: el pedido de cesárea y un plan inesperado
Mientras Franco quedaba internado, Paula ingresaba al sanatorio. Las contracciones eran rítmicas y el trabajo de parto avanzaba. Pero cuando le avisaron que Franco no podría estar presente, el mundo de Paula se vino abajo.
“Cerca de las 10 nos avisaron que las plaquetas de Franco no habían repuntado, de hecho habían bajado aún más. No lo podían trasladar, no se podía mover, Franco no iba a poder llegar al parto. Y fue ahí cuando me dí por vencida, mi bebita quería nacer, pero mi compañero no estaba para ejecutar el plan. Sin él, ya no tenía más ganas de aguantar ni pasar por nada más. Le pedí a Dani que me hiciera una cesárea, estaba agotada”, relató.
“Sin él, ya no tenía más ganas de aguantar ni pasar por nada más. Le pedí a Dani que me hiciera una cesárea, estaba agotada”, escribió.
Fue entonces cuando su médica le propuso una solución: una cesárea con videollamada. Así, Franco podría ver el parto desde la clínica donde estaba internado. Además, grabaron el nacimiento y la acompañaron en el quirófano, generando una experiencia tan inesperada como inolvidable.
“Fue una cesárea hermosa. Pedí poder ver todo. Me dejaron a la gorda un ratito conmigo antes y después de sus controles para respetar la hora sagrada”.
El alta, el reencuentro y el nuevo comienzo
Apenas un día después, las plaquetas de Franco empezaron a subir y le dieron el alta. Paula y la beba también fueron dadas de alta ese día. Así, la familia pudo finalmente estar unida para comenzar su nueva vida.
“Por más que el panorama no sea el que nosotros nos imaginamos, cuando estamos acompañados y en buenas manos, todo se vuelve perfecto”, cerró Paula.
¿Quién es Paula Busso?
Paula Busso es licenciada en Enfermería, Puericultora, Diplomada en Lactancia Materna y Preparadora Prenatal. A través de sus redes sociales (@pueri_paulabusso), comparte contenidos relacionados con embarazo, parto, crianza y lactancia, y genera una comunidad muy activa en San Juan y el país.
¿Qué son las petequias?
Las petequias son pequeñas manchas rojas o moradas que aparecen en la piel como resultado de un sangrado debajo de la superficie. No se blanquean al presionarlas y pueden ser signo de problemas graves en la coagulación sanguínea o enfermedades como la trombocitopenia (bajo nivel de plaquetas). En el caso de Franco, fueron la primera señal de un cuadro severo que requirió internación urgente.