Las Grutas: el encuentro de 120 alumnos que son el semillero de la gastronomía patagónica
Días atrás se realizó el Primer Encuentro Educativo Gastronómico Enbhiga “Olivos: cosecha y cocina”. Chefs compartieron su tiempo, saberes y compromiso con la formación de nuevas generaciones, durante dos días, en la zona atlántica rionegrina. Aula a cielo abierto en la fábrica Olasan.

El olivo, un árbol milenario de profundas raíces culturales, reafirmó el fin de semana pasado en Las Grutas, su carácter de símbolo de integración entre el saber ancestral, la producción local y la cocina de identidad.
Alrededor de ellos, unos 120 estudiantes de gastronomía y agroecología de distintos centros e institutos de formación técnica pública de la provincia de Río Negro tuvieron un mega encuentro en un aula abierta, en la mismísima tierra donde cultiva y produce aceite de oliva la empresa Oleosan. Allí tuvieron una experiencia educativa y sensorial donde la gastronomía se consolidó una vez más en una herramienta de unión, formación y construcción colectiva de futuro.

“Este es el semillero de una parte de la gastronomía patagónica”, comentaba con entusiasmo Germán Namor, chef destacado de la comarca andina, que fue parte de los profesionales prestigiosos de la cocina regional de este Primer Encuentro Educativo Gastronómico Enbhiga “Olivos: cosecha y cocina”.
El evento tuvo el respaldo de la Agencia de Desarrollo Económico del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo de Río Negro, instituciones educativas, emprendedores y gobiernos locales.
Los alumnos que llegaron a Las Grutas venían del CEAER de Valle Medio, CET N° 24 de Río Colorado, CET N° 32 e IFDC de San Antonio Oeste y del ISETP de Bariloche. Invitados especiales: estudiantes de gastronomía de Villa El Chocón.

“Cada uno de los cocineros y cocineras convocados fueron más que generosos con su participación. Supieron compartir su tiempo, saberes y compromiso con la formación de nuevas generaciones y la valorización de los productos identitarios de cada región como este caso el olivo”, apuntó Carlos Snaimon, mentor de Enbhiga, quien con anterioridad sostuvo que esta fue una oportunidad única para posicionar a Río Negro en el mapa gastronómico y agroecológico desde una mirada integradora y transformadora.
Había que ver a cada uno de los estudiantes entre 18 y 22 años, en promedio, la felicidad y las ansiedades que manifestaban en el encuentro con los otros. Muchos no conocían el mar, otros no sabían de la existencia de sus pares que estudian y sueñan con lo mismo… como buena parte de nuestros pibes, muchos de ellos sin adultos que le hablen de un futuro posible, copado y que los entusiasme encontraron acá a futuros colegas que le hablaban del oficio, de la cocina y de la importancia del trabajo y la formación para ser gastronómicos profesionales algún día cercano… Bueno, acá, en esta aula abierta, mensajes y palabras en este sentido circularon fecundamente todo el tiempo.

“Este encuentro constituye una apuesta pedagógica, productiva y comunicacional para integrar conocimientos, actores y experiencias en torno a la valorización del olivo y sus múltiples usos, promoviendo la articulación entre el sistema educativo, el sector productivo y las comunidades”, apuntó Luiggi Faundez, cocinero y bartender profesional de Allen y que fue parte de la elaboración de la propuesta de este encuentro educativo.
Quedó más que claro que ante los desafíos de la soberanía alimentaria, la inclusión productiva y la necesidad de una educación contextualizada, esta clase colectiva – jueves y viernes de la semana pasada – intentó recuperar el valor del alimento como vehículo de cultura y salud, revalorizando prácticas culinarias, conocimientos ancestrales y saberes territoriales.

Con este planteo, la nutricionista y sommelier de aceite de oliva Mariana Porro dio una clase sobre este producto y su cultivo; las chefs “Majo” Marini (de Viedna) y María Carabajal (de Río Colorado) dieron sus respectivas masterclass tanto de repostería la primera como de alimentación saludable la segunda, usando siempre entre sus ingredientes el aceite de oliva.
La cocinera local, Liliana Molinas, compartió todos las recetas que descubrió en los últimos tiempos usando este producto que fue desde un licor de aceite de oliva a postres y otras delicias. “Jamás pensé que se lo podía usar en tantas pero tantas comidas”, compartió.

Entre las distintas delegaciones hubo intervenciones de las platos que cada una había preparado con tiempo, con productos de sus zonas, y que provocaron admiración entre ellos.
“Educar con sabor” fue parte de la consigna de promover una gastronomía con raíz cultural, sustentable y accesible y que tuvo a 120 rionegrinos como protagonistas fundamentales. En cada uno de ello brillaron señales de futuro.
Al final de este 1° Encuentro Educativo Gastronómico todos coincidían en un primer registro: la cocina es mucho más que un plato exquisito. “La cocina es esto: identidad, desarrollo y marca de una provincia y una región de Río Negro”. Por ello es que debiera ser la cocina una política de Estado. No para la rosca ni la trenza sino para el bienestar de su gente.
Más primeros planos de algunos de los tantos platos
preparados por estudiantes de gastronomía






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