Los resultados de las autopsias confirmaron el horror en Tres Arroyos. Los dos niños asesinados por su padre, Tiziano Dante Dellarciprete (8) y Francesco Dellarciprete (4), murieron por asfixia por sumersión, sin presentar signos de defensa. La madre de los menores, Rocío Villarreal (35), fue estrangulada con un cable en el interior de su casa, donde su cuerpo fue hallado cubierto con una frazada y en medio de un charco de sangre.

Las pericias forenses indicaron además que Fernando Dellarciprete, el padre y autor del crimen, murió tras arrojarse debajo de un camión en la ruta 225, en las afueras del paraje San Cayetano. Presentaba un hundimiento de cráneo producto del impacto, lesiones internas severas y una herida punzocortante menor, con una hoja de cuchillo sin mango hallada en la escena.

El caso, que conmueve al país por su brutalidad, fue caratulado como “homicidio seguido de suicidio” y es investigado por dos fiscalías: la UFI N°3 de Necochea, que lleva adelante la causa por los crímenes de los niños y el suicidio del padre, y la UFI N°6 de Tres Arroyos, que instruye el expediente por el femicidio de Villarreal.

Según la reconstrucción judicial, Dellarciprete asesinó primero a su pareja en la vivienda familiar, luego se trasladó en una camioneta Renault Duster con sus hijos hasta las afueras del pueblo, donde los ahogó y posteriormente se quitó la vida.

La conmoción es total en la comunidad de Tres Arroyos, mientras familiares, vecinos y autoridades locales intentan digerir una tragedia marcada por la violencia extrema y el silencio previo.