06 Junio 2025
Con un enorme jardín exterior, un frente de colores claros con techo a dos aguas y unos caminos perfectamente demarcados, la casa de Emma Stone está en venta. La artista se encargó de hacer reformas durante cuatro años a la enorme mansión que ya no ocupa en Tarrytown, Austin, Texas. Ahora, habiendo dejado la casa en perfecto estado, decidió venderla.
La multiganadora del Oscar compró la propiedad de 5.000 metros cuadrados junto a su pareja, el productor Dave McCary. Pero juntos lograron asentarse en Nueva York, por lo que la casa ultra privada quedó sin ser habitada. Aunque el plan era instalarse allí, el porvenir trajo nuevos planes que los obligaron a revisar sus objetivos.
¿A cuántos millones se vende la mansión de Emma Stone?
Hoy la casa está valuada en U$S26 millones y uno de sus fuertes es la privacidad, según destacó el nuevo encargado de venderla. Tener momentos secretos en Tarrytown parece una tarea difícil de lograr, pero gracias a su enorme perímetro, esta mansión lo logra. Se trata de un terreno gigante, amurallado en la totalidad de sus límites que cuenta con una vegetación abundante e impide la vista hasta la casa y demás espacios de estar.
Como parte de la remodelación, la pareja decidió colocar paredes de vidrio que dejan pasar luz natural. Ahora cada rincón de la casa puede estar completamente iluminado, algo que antes no sucedía. Los retoques aún no finalizaron y se espera que la casona quede lista en todo su esplendor en los próximos meses.
Cómo es la mansión que vende Emma Stone
Según Forbes, el interior tiene un trabajo artesanal elegante. Cuenta con un piso de roble en espiga que contrasta con el ladrillo recuperado. “Chimeneas y encimeras muestran un mármol crema de gran espesor. Los paneles de vidrio emplomado, enmarcados en aberturas arqueadas, rinden homenaje al pasado. Es una herencia reinterpretada”, dice el artículo que publicó la revista.
En el exterior, los robles fueron aprovechados para usar su sombra. Las áreas libres se extienden debajo de las copas. Terrazas y una piscina crean el marco idílico para pasar los atardeceres y encuentros familiares e íntimos. La casona no es la única edificación, sino que también cuenta con un cobertizo cercano de dos habitaciones.
Sala de cine privada, muebles de nogal con puertas secretas, un bar y paredes que aíslan los ruidos exteriores son algunas de las comodidades que ofrece la mansión. También hay un solárium vidriado en el interior y una biblioteca revestida de madera: espacios perfectos para la desconexión y relajación.
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