06 Junio 2025
Por nueve días consecutivos la Tierra se agitó sin parar. Era una extraña señal que se repetía cada nueve segundos y que no paraba con el correr del tiempo. No era un lugar específico, simplemente el planeta retumbaba por completo. Aquel enigmático indicio desconcertó por completo a los científicos que recién ahora pudieron definir de qué se trataba.
Septiembre de 2023 fue un tiempo inusual e inquietante para nuestro planeta. Por aquel momento una serie de eventos insólitos y extremos, un brutal tsunami de 200 metros de altura y una enigmática señal sísmica que se prolongó durante nueve días mantuvieron en vilo a los estudiosos. Todos esos indicios desaparecieron de manera súbita, pero un mes después ocurrió lo mismo.
Un análisis posterior de las señales registradas determinó que la causa del temblor fue un megatsunami gigante que se balanceó hacia adelante y hacia atrás, golpeando las laderas de un fiordo en Groenlandia, generando una onda estacionaria conocida como "seiche", indicó Science News. Sin embargo, los motivos de este último fenómeno no podían definirse.
Cómo descubrieron las causas del deslizamiento
Ahora, en un nuevo estudio publicado en la revista Nature Communications, los investigadores de la Universidad de Oxford confirman que el deslizamiento fue causado por el colapso de un glaciar en el fiordo Dickson, una zona remota del este de Groenlandia, lo que desencadenó aquel tsunami con olas de altura excepcionalmente grande y generó la inusual señal sísmica que reverberó en todo el planeta.
Los científicos utilizaron un nuevo enfoque para interpretar datos de altimetría satelital; algo que se consigue registrando el tiempo que tarda un pulso de radar en rebotar desde el satélite a la Tierra y regresar al satélite. Cuando examinaron los registros correspondientes al periodo en el que dos tsunamis impactaron el fiordo de Groenlandia, detectaron pendientes transversales con desniveles de hasta dos metros. Incluso llegaron a apreciar que esas pendientes se desplazaban en sentidos opuestos, dejando claro que las olas rebotaban dentro de ese angosto canal de agua, señaló National Geographic.
¿Cómo la Tierra llegó a sacudirse por completo?
La combinación de los datos sísmicos continuos con las observaciones satelitales intermitentes les permitió reconstruir las características de la onda, incluso en períodos no observados por el satélite SWOT. Y ahí estaba la verdad: las olas se formaron cuando un glaciar en proceso de calentamiento colapsó sobre sí mismo. Los datos obtenidos sobre el fiordo durante los dos megatsunamis revelaron dos pendientes transversales del canal que se movían en direcciones opuestas, lo que confirmó su presencia.
Finalmente, la colosal ola se desencadenó por el colapso de una montaña de 1200 metros en el remoto fiordo Dickson de Groenlandia, liberando 25 millones de metros cúbicos de roca y hielo. La ola quedó atrapada en el fiordo y rebotó en forma de onda estacionaria con una altura inicial que corta la respiración: 7,9 metros. Una enorme pared de agua que rebotaba.
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