Ideal para emprendedores que venden por Internet: esta empresa ofrece depósitos chicos y baratos y coworking
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A menos de 20 minutos del centro porteño, en Villa Maipú (partido de General San Martín), un edificio de más de 2.000 metros cuadrados ofrece una solución integral a uno de los grandes dolores de cabeza del ecosistema emprendedor: cómo operar, almacenar, embalar y despachar sin perder tiempo ni dinero. Se trata de Working Depot, un espacio que nació en 2022 y que concentra coworking, oficinas privadas, depósitos, salas de reuniones y hasta estudios audiovisuales bajo un mismo techo.
"Muchos emprendedores estaban desbordados trabajando desde sus casas o locales poco funcionales. No encontraban espacios que integraran todo lo que necesitaban: almacenamiento, despacho, herramientas de trabajo. Por eso creamos una solución 360°", explica Malcom Pozzi, fundador y CEO del proyecto, en diálogo con iProfesional.
La propuesta está pensada especialmente para emprendedores que venden por internet, ya sea desde su propia tienda online, a través de marketplaces como Mercado Libre o en redes sociales. Hoy más de 50 emprendimientos operan desde allí: almacenan su mercadería, preparan pedidos, graban contenido, se reúnen con sus equipos y despachan productos sin salir del edificio. Además, el modelo flexible les permite escalar o reducir la operación sin pagar por metros que no usan, ni asumir los costos fijos de mantener estructura propia.
De una necesidad común a una solución 360°
Working Depot nació de la experiencia personal de su fundador. "Soy emprendedor serial, empresario por obligación y creativo por deformación. Pasé por muchos rubros, y de toda esa experiencia surgió la idea de crear un espacio que integrara todo lo que necesitás para operar sin tener que alquilar oficinas, depósitos y contratar logística por separado", cuenta Pozzi.
Para darle forma al proyecto convocó a Martín Komesu, contador con experiencia en cámaras empresarias, y a Alejandra Sforzini, abogada especializada en resolución de conflictos. Entre los tres desarrollaron una propuesta concreta para resolver problemas clave: falta de espacio, pérdida de tiempo en tareas operativas, costos altos de estructura y necesidad de ubicación estratégica con salida rápida hacia la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
El edificio cuenta con depósitos privados desde 2 hasta 100 m², lockers, oficinas privadas, espacios de coworking, salas de reuniones, un Packing Station para armado de pedidos, y un estudio audiovisual para fotografía, video o streaming. Además, brinda servicios logísticos integrados: es punto de despacho oficial de Andreani, Correo Argentino, OCA, DPD y DHL.
"Tenemos desde marcas de indumentaria y cosmética hasta organizadores de eventos, ortopedias, productoras y empresas que ofrecen servicios y usan el espacio para centralizar sus operaciones", señala el CEO. Incluso negocios con locales físicos derivan la operación de e-commerce a Working Depot para optimizarla.
Cuánto cuesta operar en Working Depot y cómo funciona
Uno de los diferenciales del modelo está en su flexibilidad. No hay una lista de precios estándar: cada cliente diseña su membresía en función de sus necesidades reales —cantidad de metros, uso de salas, servicios adicionales— y puede modificarla mes a mes. Todo se gestiona desde una plataforma digital autogestionable desarrollada por el propio equipo.

Como referencia, un depósito de 6 metros cuadrados cuesta alrededor de $159.000 más IVA por mes. Ese precio incluye acceso a coworking, recepción de paquetería, seguridad 24/7, montacargas, áreas techadas de carga y descarga, contratos flexibles y networking con otros emprendedores. El objetivo: evitar comisiones inmobiliarias, proveedores dispersos, contratos extensos y curvas de aprendizaje en logística.
"El ahorro puede superar el 50% si se compara con alquilar un departamento o galpón, más oficina, más coworking y estructura logística por separado", asegura Pozzi. "Además, ahorrás tiempo, que impacta directamente en la productividad y rentabilidad".
El espacio también promueve una comunidad emprendedora activa, con talleres gratuitos de fotografía, marketing y empaquetado, workshops, espacios de networking y alianzas con expertos en fulfillment para quienes quieren externalizar parte del proceso.
Los resultados, dice Pozzi, son tangibles: "Quienes se instalan en Working Depot reducen errores de envío, mejoran los tiempos de armado y entrega, delegan tareas, venden más y dan una imagen más profesional. Además, el equipo comercial acompaña desde el diseño del espacio hasta la optimización del proceso logístico".
Con la demanda en alza, la firma se prepara para escalar. En el corto plazo abrirá nuevas sedes a través de un modelo de franquicias y sumará más metros en su edificio actual, con nuevos depósitos, oficinas y salas de grabación para creadores de contenido.
"El futuro de Working Depot es convertirse en una red de espacios integrales para el ecosistema emprendedor. Más que un espacio físico, queremos ser el lugar donde los proyectos crecen, se profesionalizan y se conectan", concluye Pozzi.