Carlo Ancelotti llegó a Brasil, ya se puso la gorra y escuchó la primera ovación
El DT italiano está en Río de Janeiro y en las próximas horas pondrá manos a la obra en la Selección. Debuta el 6 de junio ante Ecuador.
Carlo Ancelotti aterrizó en Brasil para asumir el mando de la selección y empieza una nueva era en el pentcampeón mundial. El experimentado técnico italiano fue por los referentes de la Confederación Brasileña de Fútbol y escuchó la primera ovación de los hinchas, que esperan una reacción del equipo carioca en las Eliminatorias Sudamericanas.
Si bien es cierto que la clasificación al Mundial no corre riesgos, el equipo fue muy irregular en los últimos años y por eso apuntaron bien alto. “¡Bienvenido, Carlo Ancelotti! Brasil ya es tu casa”, fue el mensaje de la CBF y el público se contagió.
La llegada de Ancelotti a Brasil fue un evento significativo, porque viene de dirigir a un gigante como el Real Madrid. El italiano aterrizó en Río de Janeiro en un jet privado y aunque nadie lo sabía, hubo muchos hinchas en el aeropuerto.
Xaud, el flamante presidente, le dio la bienvenida
Samir Xaud, nuevo presidente de la CBF, le dio la bienvenida con una camiseta con el emblemático número 10, en un gesto simbólico de apoyo y confianza. Xaud, quien asumió su cargo tras la destitución de Ednaldo Rodrigues, cree que Ancelotti puede llevar a Brasil de vuelta a la cima mundial. Carletto, por su parte, aceptó el regalo, pero además se puso la gorra de la selección y se la dejó hasta la llegada al hotel en la zona de Barra da Tijuca, donde Carlo pasará sus primeros días.

Ancelotti se convierte en el primer entrenador extranjero en dirigir a la selección más laureada del mundo. Su debut será el 6 de junio contra Ecuador, mientras que el 11 se medirá ante Paraguay. Estos encuentros forman parte del proceso clasificatorio para la Copa Mundial de 2026. La selección brasileña ocupa la cuarta posición en las eliminatorias, que son lideradas por Argentina.
El nombramiento de Ancelotti no solo es visto como una medida táctica, sino como un símbolo de cambio y renovación dentro de la federación, después de años de resultados decepcionantes y una serie de escándalos que afectaron la imagen de la CBF.

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