Cuántos millones pagaron por la Ferrari con la que Schumacher ganó el GP de Mónaco 2001
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Mientras este fin de semana las calles del Principado de Mónaco vibraban con la adrenalina del Gran Premio de Fórmula 1 de la temporada 2025, donde Lando Norris se alzó con la victoria a bordo de su McLaren y el argentino Franco Colapinto culminó en un meritorio 13° puesto en su segunda carrera con Alpine, otro rugido histórico resonaba en el exclusivo ambiente de una sala de subastas. El auto con el que Michael Schumacher dominó esas mismas calles hace 24 años, la icónica Ferrari F2001, fue vendida por una suma asombrosa. La reconocida casa de subastas RM Sotheby's confirmó la transacción que lo convierte en una de las piezas más caras de la historia del automovilismo, superando todas las expectativas y consolidando su estatus como una verdadera joya de la Fórmula 1.
Este monoplaza no es solo un coche de carreras; es una reliquia que encapsula un momento cumbre en la historia de Ferrari y de uno de los pilotos más grandes de todos los tiempos. Su valor trasciende lo material, conectando con la pasión y el legado de la Scuderia y del heptacampeón mundial. El precio final fue de 15.980.000 euros, una cifra que lo posiciona entre los vehículos de competición más valiosos jamás subastados. Este monto refleja no solo la rareza del auto, sino también su intrínseca conexión con los récords de Michael Schumacher y el apogeo de Ferrari a principios del siglo XXI. Es una pieza que no solo celebra la velocidad, la potencia y la belleza de la ingeniería, sino también la maestría del equipo que lo concibió y, por supuesto, del piloto que lo llevó a la gloria.
La Ferrari de Schumacher por la que pagaron casi 16 millones de euros
El chasis 211 de la Ferrari F2001, cariñosamente apodado "La Joya de la Corona de Schumacher", es singular. No solo fue el único auto de Ferrari con el que el piloto alemán ganó el prestigioso Gran Premio de Mónaco de 2001, la carrera más icónica del calendario de la Fórmula 1, sino que también lo llevó a conquistar su cuarto Campeonato Mundial de Pilotos esa misma temporada. Este doble logro en un mismo chasis lo catapulta al olimpo de los autos de F1 más importantes de la historia.
Pero los laureles del F2001 no terminan ahí. También consiguió la pole position y la victoria en el Gran Premio de Hungría de 2001, asegurando el título de Schumacher y permitiendo a Ferrari obtener los títulos de Pilotos y Constructores de forma consecutiva por primera vez en su rica trayectoria en la Fórmula 1. Es, además, el último Ferrari de F1 en ganar en Mónaco en un año de campeonato, marcando el cierre de una "era dorada" de los motores V10 y V12 que emocionaban con su inconfundible sonido.
¿Por qué este Ferrari es tan especial?
- Doble Campeón: Único chasis Ferrari que ganó el GP de Mónaco y el Campeonato del Mundo de Pilotos con Schumacher en la misma temporada (2001).
- Hito en Ferrari: Permitió a Ferrari conseguir dobletes de títulos consecutivos por primera vez.
- Ícono de Mónaco: Último Ferrari de F1 en ganar en el Principado en un año de campeonato.
- Sonido Inolvidable: Representa la "era dorada" de los motores V10, con un sonido que alcanzaba las 17.000 RPM.
- Obra Maestra: Diseñado por el "súper equipo" de la Scuderia: Jean Todt, Ross Brawn, Rory Byrne y Michael Schumacher.
- Un Precio de Leyenda: Casi 16 Millones de Euros

La subasta se llevó a cabo en un marco inmejorable: durante el Gran Premio de Mónaco 2025, una ubicación estratégica que realza aún más su valor histórico. Nunca antes se había realizado una venta de esta magnitud durante un fin de semana de Gran Premio en el Principado, lo que subraya la exclusividad y el momento histórico de la transacción.
Para los coleccionistas y amantes de la Fórmula 1, adquirir el chasis 211 no es solo una inversión, es poseer un pedazo de la historia. Es un testimonio tangible de una época dominada por un talento inigualable y una escudería legendaria. Su presencia en cualquier colección privada eleva instantáneamente su valor, garantizando no solo una apreciación económica, sino también el privilegio de custodiar un verdadero "símbolo" de la máxima categoría del automovilismo.