
La Fórmula 1 volvió a brillar bajo el sol de Imola, y no sólo por el espectáculo en la pista. El clima cálido sirvió de marco ideal para un fin de semana que dejó algo más importante que las condiciones del tiempo: certezas sobre el futuro de Franco Colapinto.
Desde que Alpine anunció que el piloto argentino se subiría al monoplaza, las expectativas crecieron de inmediato. Muchos se preguntaban cuánto duraría esa oportunidad, y si se trataba apenas de un período de prueba limitado. Sin embargo, el paso de los días (y las declaraciones clave) terminaron despejando las dudas: todo indica que Colapinto será parte de un proyecto a largo plazo.
El debut oficial se produjo en Imola, con un rendimiento correcto: tras un incidente en la clasificación del sábado, largó 16º y llegó en la misma posición. Pero lo más relevante del fin de semana no ocurrió en la pista, sino en los boxes y las conferencias.
Tres señales fuertes dejaron en claro que el argentino tiene respaldo y proyección dentro de Alpine. Primero informaron que no existe ninguna limitación contractual de "cinco carreras", tal como se había asegurado inicialmente.
Después, Flavio Briatore fue tajante: “Franco va a correr lo que tenga que correr. No hay tope de carreras. Lo único que le pedimos es que sea rápido, no tenga accidentes y sume puntos. Si cumple eso, podrá quedarse todo el tiempo que quiera”, señaló.
Luego, señal vino del propio Colapinto, quizá sin querer. “No es lo ideal (el motor actual), pero seguramente con los cambios del año que viene vamos a poder mejorar”, dijo. Y la mención al futuro fue tan espontánea como reveladora.
Colapinto seguirá en Alpine mucho más allá de 2026
Detrás de este escenario está un acuerdo multianual que se conoció a principios de año. Cuando Franco dejó Williams para sumarse a Alpine, su representante María Catarineu explicó que el contrato se extiende hasta 2029. Eso significa que el piloto de Pilar tiene un vínculo largo que lo respalda, más allá de los resultados inmediatos.
Aunque el estreno en Imola no fue brillante, el enfoque de Alpine parece claro: brindarle a Colapinto tiempo y espacio para adaptarse, sin presiones inmediatas. La apuesta está hecha a largo plazo, con 2026 como una fecha clave en el horizonte. Por eso, más allá del entusiasmo lógico por su vuelta al volante de un F1, lo verdaderamente importante es lo que dejó entrever el fin de semana: hay Colapinto para rato.