Cuánto hay que gastar por mes para tener una mascota en la Argentina

En los hogares argentinos, los animales de compañía pasaron a convertirse en verdaderos protagonistas. Según un relevamiento de KANTAR Insights, el 75% de los argentinos considera a su mascota un integrante fundamental del núcleo familiar, al punto de equipararlo con un hijo. Este cambio en el vínculo emocional también impacta en la economía: crece de manera sostenida la llamada Pet Economy, un fenómeno que abarca desde la venta de alimentos y productos de higiene hasta planes de salud, indumentaria, servicios digitales y suscripciones.

Según la última Encuesta Anual de Hogares realizada en 2022 por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, en la ciudad hay aproximadamente 493.676 perros y 368.176 gatos viviendo en hogares porteños, superando a la cantidad de niños, una señal del cambio demográfico que afecta no solo a la composición familiar sino también al consumo. Según datos de Mordor Intelligence, el mercado de productos y servicios para mascotas en Argentina ya alcanza un valor de u$s1.500 millones y podría duplicarse para 2029, llegando a los u$s3.150 millones.

"En el último año, la inflación y la caída del poder adquisitivo provocaron un corrimiento en la pirámide de consumo: muchos dueños migraron de alimentos superpremium a premium, y de premium a categorías más económicas", explica Juan Pablo Ravazzano, presidente de Cámara Argentina de Empresas de Nutrición Animal (CAENA). Sin embargo, la demanda de productos premium y servicios personalizados sigue creciendo en los segmentos de mayores ingresos, impulsando la innovación en alimentos funcionales, accesorios de lujo y seguros veterinarios.

¿Cómo y cuánto gastan las familias en sus mascotas?

El comercio electrónico es una de las principales vías de comercialización. Aunque las tiendas físicas aún concentran la mayor parte del gasto, su participación bajó del 96,6% en 2023 al 90,1% en 2024. En paralelo, las compras digitales dentro del rubro Pet Shops pasaron a representar el 7,5%, mientras que los servicios de suscripción alcanzaron el 2,3 por ciento.

Los consumidores buscan comodidad, variedad y rapidez, y el canal online responde a esas demandas. Un informe reciente de Mastercard señala que, en el total del gasto en mascotas, las operaciones realizadas vía e-commerce crecieron del 3,4% en 2023 al 4,4% en 2024. También se consolida el modelo de suscripción, que permite recibir periódicamente alimentos, productos de higiene y otros artículos sin tener que hacer nuevos pedidos. Este formato ya representa el 3,4% del gasto total en el país, y resulta especialmente atractivo para empresas que buscan fidelizar clientes y ofrecer previsibilidad.

"Los argentinos priorizan cada vez más el bienestar de sus mascotas y esto se refleja directamente en sus patrones de consumo", señala Alexandra Lord, directora del Economics Institute de Mastercard. En promedio, una familia puede destinar entre $70.000 y $100.000 mensuales al cuidado integral de una mascota, incluyendo alimentación, veterinaria, higiene, entretenimiento y accesorios.

Buenos Aires lidera el gasto en mascotas en la región junto con CDMX y San Pablo

La tendencia no es exclusiva de Argentina. Buenos Aires se ubica entre las ciudades latinoamericanas con mayor gasto en mascotas, junto con Ciudad de México, San Pablo, Belo Horizonte, Santiago de Chile y Lima. El informe de Mastercard compara patrones de consumo en distintas áreas metropolitanas y confirma un fuerte apego emocional hacia los animales, que se traduce en una demanda creciente de productos premium, servicios veterinarios, seguros y experiencias personalizadas.

En Buenos Aires, por ejemplo, predominan los alimentos de alta gama, juguetes, ropa y servicios de salud animal. En São Paulo, en cambio, se destaca el gasto en guarderías y entrenamiento. A pesar de las diferencias regionales, el crecimiento del comercio electrónico está unificando la experiencia de compra: los consumidores están cada vez más dispuestos a explorar opciones digitales que les brinden soluciones integrales y eficientes.

La Pet Economy no solo evidencia una transformación en el vínculo humano-animal, sino también un cambio profundo en la forma de consumir. Lo que antes era una compra ocasional, hoy forma parte del presupuesto mensual familiar. Con mayor exigencia de calidad y nuevas expectativas de servicio, el sector de las mascotas se consolida como una industria con identidad propia, moldeando hábitos, tecnologías y oportunidades económicas en toda la región.