
El pasado sábado, durante el Campeonato Nacional de Natación en el Parque Olímpico de Villa Soldati, Matías Bottoni, un nadador rosarino de 17 años, sufrió un grave accidente que cambió su vida. Mientras practicaba partidas en la pileta del Centro Acuático, otro competidor ingresó de forma imprevista a su carril, lo que derivó en un impacto que lo dejó sin movilidad en brazos y piernas. El joven fue asistido de inmediato y trasladado al hospital.
Quien relató con detalle lo ocurrido fue su padre, Luciano, en diálogo con TN. “Todo lo que tenía que salir mal, salió mal. La pileta tiene diez andariveles, del 0 al 9. Para calentar se usan los carriles extremos, donde se practican partidas. Esos carriles deben estar libres y bajo control, pero hubo una invasión dentro del área marcada por los banderines, y eso desató esta tragedia”, explicó. “El nadador está enfocado en su salida y no ve si hay alguien en su carril, por eso ese control no depende de él”, agregó.
Sobre la salud de Matías, su padre informó que está evolucionando, aunque hubo algunas complicaciones. “Va progresando, pero anoche tuvo fiebre, no durmió aunque lo habían sedado y estaba con molestias. Fue una noche difícil. Hoy solo puede estar acompañado por una persona, y está con su mamá. Los ejercicios de kinesiología se pospusieron para la tarde”. Además, recordó la angustia inicial. “La primera noche en el hospital Santojanni fue durísima. A las 2 de la mañana intentábamos encontrar una mejor opción con su entrenador, pero no fue fácil por la complejidad del caso y el personal reducido”.
El joven fue intervenido quirúrgicamente tras ser derivado al Hospital Italiano. Sufrió una fractura en la sexta vértebra cervical que generó un daño medular irreversible. Su madre, Valeria, confirmó a Rosario3. “Matías quedó paralizado y no puede mover la mitad de su cuerpo”. Su entrenador, Gustavo D’Andrea, también relató lo sucedido. “Matías estaba en el partidor y no lo vio venir. Creo que intenta esquivarlo en el aire, pero no lo logra. El impacto fue contra la espalda del otro nadador, que recién estaba saliendo del agua”.
Una red de apoyo que no se detiene
La noticia movilizó al mundo de la natación y al club Echesortu, donde entrena Matías. En menos de un día, se recaudaron 60 millones de pesos para afrontar gastos médicos. Amigos, colegas y figuras del deporte se sumaron al apoyo. Sus padres viajaron desde Rosario, mientras su hermano menor, Ignacio, quedó al cuidado de allegados. El nadador había comenzado en Gimnasia y Esgrima de Rosario y entrenaba hace seis años en Echesortu, con el sueño de clasificar al Sudamericano Juvenil.
Antes del accidente, Matías había llegado a la final de los 200 metros mariposa y competía también en 200 y 400 combinados. Su carrera incluyó torneos nacionales y participaciones en Promesas del Cono Sur. Tras la operación, los médicos reemplazaron la vértebra dañada y lo mantuvieron sedado 48 horas. “Sabemos que las piernas y los brazos están implicados por la médula, pero veremos en qué grado están comprometidos”, explicó su padre.