
Están presentes en casi todos los jeans del mundo, pasan desapercibidos para la mayoría y, sin embargo, cumplen un rol clave en el diseño de esta prenda icónica. Se trata de los pequeños botones metálicos, ubicados en los extremos de los bolsillos delanteros, cuyo propósito es un misterio para muchos.
Aunque forman parte del paisaje habitual del denim desde hace más de un siglo, pocos se han detenido a preguntarse por qué están ahí o qué función cumplen. ¿Son un adorno? ¿Un capricho estético? ¿O esconden una razón práctica que se remonta a los orígenes del pantalón vaquero?
Hace más de 100 años, en una época en la que los jeans eran utilizados exclusivamente como vestimenta de trabajo por mineros, agricultores y obreros, surgieron los remaches metálicos que todavía hoy forman parte del diseño.
¿Para qué sirven los botones metálicos de los jeans?
Fue en 1873 cuando un sastre, atento a las dificultades que enfrentaban los trabajadores manuales, notó que los pantalones se rompían con frecuencia en las zonas de mayor tensión. Su solución fue colocar remaches metálicos en esos puntos críticos para hacerlos más resistentes.
Fabricados originalmente con cobre, estos pequeños refuerzos evitaron el desgaste prematuro de las costuras, convirtiéndose rápidamente en un elemento estándar dentro de la industria del jean.
Lo que nació como una prenda funcional para obreros, mineros y agricultores, se transformó con el tiempo en un ícono de la moda. Y aunque la tecnología actual permite confeccionar prendas sin estos refuerzos, los remaches se mantienen como una marca registrada del diseño clásico y como un guiño a su origen.
El curioso detalle del jean que pocos conocen: la historia del bolsillo pequeño
Otra de las curiosidades del diseño del jean es el pequeño bolsillo adicional ubicado dentro del bolsillo delantero derecho. Aunque muchos lo consideran inútil o simplemente decorativo, este bolsillo tiene su origen en una época donde los relojes de bolsillo eran comunes. Su función original era justamente proteger ese tipo de relojes, permitiendo llevarlos de forma segura sin que se movieran.
Actualmente, ese pequeño bolsillo sigue ahí, manteniendo su forma y ubicación como un testimonio del legado histórico del jean, que ha evolucionado desde el siglo XIX hasta convertirse en una prenda esencial para hombres y mujeres hoy en día.
Se estima que más del 70% de la población mundial tiene al menos un par de jeans. Como hay más de 8 mil millones de personas en el planeta, ese porcentaje equivale a que al menos 5.600 millones de personas tienen jeans.