LLA y sus errores: por qué la elección porteña es símbolo de poca política y mala economía

LLA y sus errores: por qué la elección porteña es símbolo de poca política y mala economía

Por Hugo E. Grimaldi.

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LLA y sus errores: por qué la elección porteña es símbolo de poca política y mala economía IMAGEN TOMADA DE INFOBAE
17 Mayo 2025

El gobierno nacional ha jugado con fuego y ahora, le resulta casi imposible volver para atrás. En su afán de rebanarle la torta electoral al PRO, queriendo desbancarlo legislativamente en la CABA, su más emblemático distrito, los armadores se equivocaron esta vez de adversario. Pero, además, Santiago Caputo, Karina Milei y sus muchachos no sólo son los grandes responsables de los riesgos políticos que ha empezado a correr La Libertad Avanza por poco y nada, sino también de los económicos que se puedan venir en contra de la marcha que ha emprendido el país, consecuencias que aún no se sabe muy bien en cuánto tiempo se podrán revertir. Ahora, la pelota ha quedado del lado de la opinión pública, aunque de los inversores también.

Si bien las elecciones porteñas y de la provincia de Buenos Aires siempre tienen un plus dentro de la política nacional por la importancia demográfica de los distritos y por cómo condicionan –en general para mal- al resto de la Argentina, esta vez hay otros ingredientes que se agregan, producto de la fuerza outsider que supo instalar el presidente Javier Milei, la que ahora ha empezado a buscar un lugar formal en el mundo de la política, lo que para algunos representa una rareza de vuelo corto. Quizás sea eso lo que fundamenta algunas decisiones bastante improvisadas en materia organizativa que amenazan a LLA.

Una prueba bien evidente del caso es que, salga como salga la elección de mañana, las huestes oficialistas han quedado muy expuestas, quizás cegadas por una ambición hoy imposible, la de copar legislativamente a un gobierno que luce bastante confundido en la CABA, para buscar correrlo del todo en 2027. Además, la “Primera Hermana” se obnubiló en querer demoler a Mauricio Macri, el aliado que los ayudó decisivamente en el trasvasamiento de votos para la segunda vuelta de 2023. ¿Pocas luces políticas para enlazar causas con consecuencias? Eso parece.

Sin estrategia, una vez más la chapuza pareció ser la marca registrada del ala política del gobierno nacional y sus improvisaciones recurrentes la llevaron a cometer su mayor pecado que, aunque no sea del todo verdad porque Leandro Santoro y los Kirchner, madre e hijo, no se llevan casi nada, es algo que ha quedado en el imaginario después del retorno triunfal del kirchnerismo en 2019, tras los tropiezos de Macri y el gradualismo que lo perdió. Ahora, la pasión oficialista por poner el marketing por delante de la racionalidad le ha regalado la vidriera porteña a los K, una resurrección que los inversores internacionales, quienes aún están sin siquiera entrar en las gateras, miran con gran recelo. La memoria manda: nadie quiere que a futuro su plata otra vez quede enjaulada por algún cepo y, por lo tanto, se sientan a esperar.

¿Cómo una movida tan mal orquestada desde lo estratégico le puede complicar la vida a la Argentina, en este caso espantando a futuros inversores? Ésta es una dificultad que aparece en el horizonte y que mueve a pensar que no hubo conciencia en quienes diseñaron el modo de encarar la elección porteña y que nadie le preguntó a quienes teóricamente saben del asunto, los ministros de Economía, Luis Caputo y el de Desregulación, Federico Sturzenegger: ellos podrían haber explicado muy bien los riesgos.

También podrían haberles hecho entender a los magos de la política que los países con instituciones sólidas, políticas económicas predecibles y mercados en crecimiento suelen atraer más capitales productivos que otros, por lo que agitar el pasado no les resulta nada grato a quienes llegan para hundir capitales que sirvan como probables motores de una eventual recuperación, con todo lo que eso significa en términos de empleo, exportaciones, crecimiento, etc. Lo que eventualmente priorizan esos inversores es la seguridad jurídica, la rentabilidad y la sustentabilidad de los procesos y darle una oportunidad al kirchnerismo es para ellos una flaqueza que los va a motivar a hacer un alto al menos.

Todo el ordenamiento macro que se hizo hasta ahora, con sufrimiento evidente de muchísima gente que de momento viene acompañando el proceso de ajuste y tolerándolo como puede, necesita de ese segundo round económico al que apuesta medio Gobierno. No lo podrán decir, pero ninguno de los dos ministros, al menos, debe estar demasiado conforme con tanta improvisación política, ya que un armado tan inoportuno como éste, sin mayor rédito que los titulares del diario del próximo lunes, es a todas luces “pianta inversores”, todos linces entrenados para oler antes que nadie la desorientación y leer la realidad. Su pasividad puede empezar a generar una catarata de tropiezos que habrá que conjurar.

Pero ni Karina ni nadie en el Gobierno parece hacer tomado en cuenta que ir a fondo en esta elección no tenía destino práctico, ya que igual que todas las legislativas, los resultados impactarán a partir no del número de votos de cada fuerza, tal como se verá reflejado en todos los medios, sino por la cantidad de escaños ganados y que es eso lo que establece que la verdadera pelea LLA la mirará de afuera, ya que esta vez el ring lo van a ocupar UxP y el PRO para alcanzar a ser la primera minoría.

El tema central que aqueja a los libertarios obnubilados por las redes sociales y las canchereadas del Gordo Dan es su poca sensibilidad política, ya que en esta elección arriesgan mucho (incluido los traspiés económicos) para ganar bastante poco, en todo caso algunas bancas en la Legislatura porteña, ya que es más que probable que queden terceros en cantidad de legisladores propios. Algunos números sencillos permiten comprobar cómo tanto esfuerzo va a tener un premio demasiado magro, aunque quizás también esas otras consecuencias indeseadas que habrá que remontar y no sólo el Gobierno, sino también la sociedad.

Por lo que se observa en las encuestas, está muy claro que ninguna fuerza va a llegar al número mágico de 31 bancas, lo que le aseguraría la mayoría absoluta de la mitad más uno. De allí, que bien podría haberse imaginado un escenario que al tomar en cuenta los 30 legisladores que tienen mandato hasta 2027 y que ahora no se van, marcaban desde el principio lo irremontable del desafío, a saber: el PRO conserva 15 legisladores con mandato y para llegar a 31necesitaría ganar ahora 16 más, mientras que el peronismo, que hoy tiene 10, debería sumar 21 si quiere tal premio. La misión más imposible de todas será la de LLA, que debería nada menos que conseguir 27 bancas.

Ésta tendría que haber sido la primera luz de alarma, ya que está claro que, aún quedando primero en número de votos, a cualquiera de las dos fuerzas no amarillas le va a costar bastante sobrepasar a la nueva bancada del PRO, el partido que viene con más alto arrastre. Descartada esa eventualidad y para corroborar hasta dónde puede llegar cada fuerza, bien vale hacer también algunos cálculos a partir del sistema D ́Hont de asignación proporcional de lugares legislativos, de acuerdo a los votos que consiga mañana cada fuerza, con un detalle nada menor. El sistema no toma los votos en blanco, algo que en principio ayuda siempre al primero y excluye la no participación, que esta vez quizás sea bastante alta en repudio, entre otras cosas, a la confusión que genera la oferta de 17 boletas en la cancha.

Pese a todos estos reparos, bien vale hacer igual un ejercicio teórico medido en relación a una serie de encuestas promedio que indican que el peronismo y LLA podrían llegar primero y segundo muy pegados y que conseguirían entre 9 y 10 bancas cada uno, mientras que los amarillos quedarían terceros, con ganancia de 6/7 bancas. Esta proyección dejaría aún al PRO como primera minoría (21/22 legisladores) frente a UxP (19/20), mientras que tercer lugar en la Legislatura porteña será para los libertarios (13/14). En esta hipótesis, tras los desaguisados del armado y pese al esfuerzo de correr de tan de atrás, ¿quién sería el verdadero perdedor y es eso lo que va a intentar tapar?

Políticamente, el número de votos será usado por el que consiga llegar arriba en el primer recuento y está bien que así sea, porque es lo que la gente observa, aunque la verdadera lupa del análisis debe pasar por el número de bancas. Nombrar al presidente del cuerpo, tener peso en las Comisiones e imponer proyectos se consigue con legisladores dispuestos a levantar a mano y votar a favor y no con la cantidad de sufragios recogidos.

Ser primera minoría es lo que da la mayor posibilidad de ordenar el acompañamiento al Ejecutivo y ése lugar no parece reservado para los seguidores de los Milei.

Como todas las legislativas, la elección porteña habrá que leerla de forma diferente, atendiendo a la posibilidad futura de incidir en la opinión pública. En eso, los libertarios no tendrán más remedio que ayudar finalmente al oficialismo si logran reconstruir todos los puentes que dinamitaron con este desgaste inútil y de poco rédito. De esa manera, para tratar de sobresalir frente al electorado en 2027, podrían darle alguna clase de gobernabilidad al Jefe de Gobierno en lo que le queda de mandato (la suma de sus bancas PRO-LLA superará seguramente las 40), bien lejos de UxP. Para ello habrá que mostrar muñeca, sangre fría y ganas de volver para atrás, si se puede, de tantos desatinos cometidos.

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Comentarios
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Más recientes
#7 18 May 2025 08:19 Hs
por eso Milei los trata de burro a los periodistas.informen y no opinen, a todos los opinologos Milei les está enseñando a callarse
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#6 17 May 2025 22:00 Hs
Y si la estrategia ha quedado o en manos de la hermana tarotista y pastelera, (la misma que habría "diezmado" por el asunto Libra), ¿Que puede salir mal, no?. Grimaldi por otro lado tien razón, la economía no repunta; hasta aquí sólo es interesante para los de siempre, esos que conforman la "patria financiera", y si no averiguen en que andaba el Galicia estos días...
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#5 17 May 2025 20:42 Hs
Mala economía??? Antes era buena?? Bueh, veremos.....
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#3 17 May 2025 14:26 Hs
Los que solo auguran fracaso ya tendrían que estar en Venezuela si el éxito del pais les resulta imposible .
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#2 17 May 2025 14:24 Hs
Mala economía?
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#1 17 May 2025 12:44 Hs
La economía no va mal, Grimaldi es otro ensobrado
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#4 17 May 2025 17:00 Hs
Es un periodista que defiende a la corporación. No entiende que la gente interpela directamente a periodistas que antes creían tener palabra santa. Eso cambió porque la sociedad cambió.
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