
Marcelo Gallardo apostó a la paciencia y a un proceso sostenido. Sabía que, con tiempo y trabajo, podía impregnarle su identidad futbolística a este nuevo River. Y la evolución se nota. Aunque el equipo todavía tiene margen para crecer, ya muestra una estructura sólida, juego vistoso y contundencia en el área rival.
La contundente victoria por 6-2 sobre Independiente del Valle selló la clasificación a los octavos de final de la Copa Libertadores como líder del Grupo B y reafirmó el camino que marca el entrenador. Un rendimiento colectivo que combina intensidad, dinámica y eficacia, y que alimenta el entusiasmo de los hinchas tanto en el plano internacional como en el Torneo Apertura.
En el partido de ayer, Gallardo decidió darle descanso a Enzo Pérez, Marcos Acuña y Paulo Díaz. La estrategia dio resultado: el conjunto ecuatoriano apenas pudo competir durante algunos pasajes del primer tiempo, pero luego fue superado con claridad por un River que muestra variantes y profundidad.
Además del triunfo, "Muñeco" se llevó otra buena noticia: todos los jugadores terminaron en buenas condiciones físicas, con la excepción de Maximiliano Meza, que sufrió una leve fractura intercostal y necesitará unos días de reposo para recuperarse.
Las únicas ausencias relevantes siguen siendo las de Gonzalo Montiel y Matías Rojas, ambos con lesiones musculares en los isquiotibiales. Fuera de eso, el cuerpo técnico podrá contar con la mayoría de sus piezas para enfrentar a Platense el martes por los cuartos de final del Apertura. Gallardo espera tener disponible a Gonzalo Martínez, quien podría recibir el alta médica en breve.
Después de tener la jornada libre hoy, el plantel volverá a entrenarse mañana con la mente puesta en el choque ante el "Calamar". En ese partido, se espera que regresen al once titular Pérez, Acuña y Díaz.
Sobre su próximo rival, Gallardo fue claro: “Platense es un equipo trabajado, con una idea clara. Le ganó a Racing en su cancha, así que no podemos subestimarlo. Nosotros debemos enfocarnos en hacer bien nuestro trabajo, recuperarnos y preparar el partido como corresponde. Si estamos en sintonía con nuestro juego, vamos a seguir avanzando”.
River atraviesa un buen momento, crece en confianza y empieza a acercarse a la versión que Gallardo proyectaba. El sueño sigue en pie, y el equipo tiene con qué sostenerlo.