Bessone le da la bendición a Franco Colapinto

Si bien todavía no lo conoció personalmente, Ernesto “Tito” Bessone tiene una opinión firmemente sustentada de Fanco Colapinto que le permite pensar lo que piensa. “Le tengo mucha fe”, con esa actitud se sentará el domingo, desde las 10, frente al televisor para ver al joven de 22 años que de muchachito pintaba para cosas importantes. “Mis referencias vienen desde sus entrenadores de cuando era pequeño. Era distinto y cuando volvió de Europa, su nivel era totalmente diferente con el que se fue. Acá corría en karting, pero la exigencia a nivel mundial de los karts, es superior”, indicó “Tito”.

La extensa carrera de Bessone siempre estuvo ligada a los autos con techo. Poseedor de la marca de haber logrado algún título en cada una de las categorías nacionales, usó monopostos en sus comienzos, como lo hicieron Colapinto, Lewis Hamilton, Max Verstappen y todo piloto de autos. Esa formación es la clave para dominar los volantes a alta velocidad en cualquier parte del mundo.

“El piloto que es capaz, que es distinto, se adapta a cualquier auto. La adaptación en uno y otro caso pasa por la rapidez y el poder de frenado que son más pronunciados en los autos de Fórmula que en los de techo”, explicó el bonaerense. “En definitiva, lo que yo manejo es un auto de fórmula encarrozado. Tiene más kilos, pero las sensaciones son las mismas”, comparó a un F-1 con el Volkswagen Nivus de El Halcón Motorsport. Con esa máquina compite en el TC 2000 que, con algunas discrepancias entre los “fierreros”, es la categoría más veloz del automovilismo nacional.

La observación temprana del talento de Colapinto, es la información que le permite tener una opinión tan formada sobre su potencial. “Cuando me preguntan sobre él, digo que es de los pilotos que merece estar en Fórmula 1. Cuando cambió de categorías siempre se lució. Y claramente, cuando hizo las pruebas, vieron esas aptitudes que le permiten ser parte de esta historia”, afirmó. “Tiene una interpretación extremadamente rápida y es una persona que aprovecha cien por cien el auto”, agregó Bessone. Y qué bien le viene eso a Alpine, la escudería que lo contrató como suplente, y que lo pone en condición de titular precisamente con el fin de mejorar los rendimientos. Ahí quedará establecido si Jack Doohan, el australiano que no sumó ningún punto en las cinco carreras de 2025, no se entendió al cien por ciento con la máquina.

La preparación

La fe de Bessone en el joven piloto es inquebrantable. No sólo porque en Imola Colapinto tuvo buenos rendimientos. También porque el piloto estuvo muchísimas horas en el simulador. “Conoce mucho el funcionamiento del auto en sí mismo porque son simuladores muy reales. Hizo muchos aportes junto a los ingenieros para armar los setups (configuraciones de carrera) y tengo entendido que en muchos circuitos tuvo buenos resultados”, reveló Bessone.

El desafío es complejo, pero el hombre que a los 67 años volvió a competir, confía en la capacidad del joven piloto para superar la competencia. “Es un circuito que tiene mucha variedad de curvas. Él conoce los límites desde la Fórmula 2, que ya es una muy buena referencia”, afirmó. No son los mismos rangos de velocidades en la divisional telonera, pero están muy cerca. “Es una pista que propone muchas variables. Lo importante es que vaya de menos a más. Y que, fundamentalmente, le aporte al equipo buenas cosas para dar un salto de calidad”, agregó Bessone.

Terminar la carrera, entonces, sería lo primordial, llegar en el top-10 (zona de puntos), lo ideal. “Pero llegando y teniendo buenas sensaciones ya es un gran trabajo”, analiza Bessone con su visión experimentada.

Gestionar bien

Bessone insiste en que un piloto puede ser muy bueno en la Fórmula 3 y Fórmula 2, pero la F-1 es “otro” deporte. “Ahí, no solo la velocidad natural que demostró Colapinto es clave. También cómo gestionar los neumáticos, hasta qué momento podés utilizarlos, y cuándo es el momento de mayor eficiencia para cambiarlos es importante. Que el piloto entienda los picos de temperatura de los neumáticos marca la diferencia. Ese conjunto de cosas, es lo que hace a un piloto de F-1 diferente a otro de cualquier categoría del mundo”, sintetizó.

El domingo por la mañana da la sensación de que se producirá una traslación de pasiones. En el ambiente, la cultura futbolera se apoderó del “mundo tuerca”, en cierto sentido. Colapinto reactivó el interés por la Fórmula 1 entre los argentinos. Incluso muchos descubrieron que el deporte motor les está causando tanta pasión como el fútbol, deporte de cabecera en el país. “Efectivamente, no sólo ven Fórmula 1 los apasionados de la categoría, la ven porque está corriendo Argentina”, describió con simpleza Bessone. “Yo no veo los partidos de fútbol, pero sí lo hago cuando la Selección juega. Eso está pasando con Colapinto. Y ahí se involucra la familia: está el que sigue el automovilismo, está el que no y que ahora la ve porque hay un piloto que nos representa en la máxima categoría del mundo. Hizo que se sume mucha gente que habitualmente no ve las carreras”, analizó el corredor.

La esperanza está encendida, y el rugido argentino promete hacerse sentir en el corazón de Italia. La sinfonía de motores se escucha desde Imola y pone expectante a todo un país.