“Las élites están comportándose de un modo predatorio a tal extremo que han puesto en discusión prácticamente la viabilidad de las instituciones argentinas y de la Nación como tal”, aseguró el economista y dirigente del peronismo Roberto Feletti, quién presentó su libro “De Macri a Milei. El país inviable de las élites argentinas”. En su exposición, Feletti advirtió sobre la incapacidad de los sectores económicamente más poderosos para construir un modelo de sociedad sustentable. Es lo que sucede desde el retorno de la democracia y con especial énfasis en la última década.
El economista aseguró que "la lógica de acumulación de capital en base a valorizar excedentes en el mercado financiero y sacarlos del país sistemáticamente nos lleva a crisis externas constantes”. Para el economista, “este es el problema más grave de la Argentina y tiene que ver con una burguesía incapaz de darnos una nación, que repudia el país del que obtiene sus recursos y repudia su moneda”.
Desde ese razonamiento, Feletti caracterizó al gobierno de Javier Milei y Luis Caputo como la expresión más acabada del comportamiento voraz de las élites. En la misma línea, se preguntó: “¿Cómo puede pasar que dilapidamos los 18.600 millones de dólares del superávit comercial del año pasado, los 23.000 millones del blanqueo, le pedimos 12.000 millones al FMI y ahora Milei y Caputo les exigen a los argentinos que pongan los dólares del colchón?”.
En ese sentido, definió este modelo como “de deuda y fuga permanente” y alertó que para ese esquema los dólares siempre son pocos. “No podemos aceptar que este país riquísimo tenga la mitad de su población bajo la línea de pobreza”, alertó, y responsabilizó por la dramática situación social al desinterés de los sectores dominantes por el bienestar de la ciudadanía. Por tal motivo, no dudó en asegurar que, tal como está planteado, al actual modelo económico le queda poco tiempo, porque “es imposible financiar ese nivel de endeudamiento y saqueo permanente”.
Para las prioridades económicas de corto plazo, Feletti resaltó que la Argentina debe priorizar la solvencia externa para que el Banco Central acumule dólares en lugar de anteponer un ajuste fiscal feroz que siempre ha sido impotente para solucionar los problemas estructurales del país.
Al respecto, enfatizó que “la crisis en la Argentina no es fiscal y el ejemplo más palmario es este gobierno, que han hecho un ajuste monumental y tuvieron que salir corriendo a pedirle más dólares al FMI porque se iban al demonio, ya que no juntaban reservas”. Además, indicó que es imperioso ponerle fin al descomunal endeudamiento que hoy padece el Estado y que hipoteca el futuro de las próximas generaciones.