El uso de la capacidad instalada de la industria se ubicó en 54,4 por ciento en marzo, según publicó el Indec este jueves. De esta manera, mostró el peor registro en un año y acentúa la crisis del sector manufacturero por las políticas económicas de la gestión Milei.

Los números oficiales representan una caída de casi 14 puntos interanuales respecto de marzo de 2023, cuando el indicador era del 67,5 por ciento. El dato revela el deterioro de la economía nacional, con más de la mitad de las máquinas ociosas y su consecuente impacto en el empleo. En la comparación con marzo de 2024, la utilización de la maquinaria siguió estancada, con un alza de apenas 1 punto porcentual.

Entre los sectores más afectados se encuentran los vinculados a los bienes durables y semidurables. Con retracciones importantes en el umbral de actividad, los más perjudicados son productos textiles que trabaja al 41,0 por ciento; productos de tabaco, al 41,2 por ciento; productos de caucho y plástico, al 42,0 por ciento; metalmecánica, al 42,8 por ciento; edición e impresión al 48,9 por ciento y automotriz que está al 48,9 por ciento.

El esquema económico que implementó el Ejecutivo provocó el incremento de los costos en dólares, la contracción del crédito, el deterioro del poder adquisitivo, el desplome del consumo y la promoción de importaciones a partir de ventajas competitivas para los productos extranjeros. Todos factores perjudiciales para fomentar y sostener el desarrollo industrial.

Cuando se toma un período de comparación más amplio, respecto a 2023 por ejemplo, la crisis del entramado productivo resulta aún más grave y evidente: en marzo de ese año la capacidad instalada estaba 67,5 por ciento y en noviembre continuaba en un porcentaje similar.

Desde que asumió la Libertad Avanza, la industria opera en promedio 7,8 puntos por debajo del nivel registrado entre enero de 2021 y noviembre de 2023.

El contexto de fuerte retracción productiva también revela una heterogeneidad sectorial muy marcada. La producción de acero crudo creció un 37 por ciento interanual y el uso de la capacidad pasó del 50 al 64,3 por ciento en marzo, según la Cámara Argentina del Acero.

La metalmecánica repuntó levemente de 38 a 42,8 por ciento respecto al uso de las máquinas en 2024, traccionada por el incremento en la demanda de maquinaria agropecuaria, en especial tractores, cosechadoras y pulverizadoras.

Alimenticios y bebidas, por su parte, tuvieron un nivel de uso interanual superior debido principalmente a la mayor molienda de oleaginosas. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), en marzo se observa un aumento interanual de 11,0 por ciento en el ingreso de grano de soja a molienda. Asimismo, según datos de la Dirección Nacional de Lechería de la misma fuente, la producción primaria de leche registra una suba interanual de 15,9 por ciento.

El relevamiento del Indec comprende un panel de entre 600 y 700 empresas de todo el país que informan el máximo de producción en el que se encuentran durante el mes analizado. Según el último informe, en el tercer mes del año, la incidencia negativa más destacada en términos interanuales la marcó “elaboración de sustancias y productos químicos” con una utilización de la capacidad instalada de 53,8 por ciento: cifra inferior a la registrada el mismo mes del año anterior (64,9 por ciento). En este caso, las inundaciones que complicaron al polo petroquímico de Bahía Blanca también empujaron el número a la baja.

“Todas las ramas industriales tienen menor uso de la capacidad instalada respecto a hace dos años atrás. El dato es consistente con la caída del 17 por ciento en la producción industrial entre marzo de 2023 y marzo de 2025”, afirmó Daniel Schteingart, de Fundar.

La semana pasada el instituto de estadística había publicado otro dato vinculado a la actividad que también tuvo un mal desempeño. El Índice de Producción Industrial (IPI) mostró su producción más baja desde junio de 2024.