
Ariel Martos mantiene la serenidad. La derrota frente a Atlanta no cambia sus expectativas: el tropezón no modifica su andar. El DT de San Martín repite una y otra vez el mismo concepto: el camino en la Primera Nacional está lleno de baches inesperados y, en alguno de ellos, el equipo puede tropezar.
Esta caída se dio en Villa Crespo, ante Atlanta, el principal contendiente del “Santo” en este inicio de temporada. El entrenador, sin embargo, ya pasó página, le bajó el dramatismo a la derrota y tiene la mente puesta en el próximo desafío: Racing de Córdoba. El partido se jugará el sábado, desde las 21.10, en La Ciudadela.
Martos abordó diferentes temáticas. La principal giró en torno al mediocampo: ¿cómo reorganizará la mitad de la cancha tras la suspensión de Matías García, quien llegó a las cinco amarillas? A priori, Jesús Soraire aparece como el principal candidato para ocupar ese lugar, mientras que Gustavo Abregú actuaría como volante central. “Una de las posibilidades es Jesús, pero estamos probando. No está definido todavía”, explicó el DT.
También habló sobre la chance de incluir a Juan Cuevas y Gabriel Hachen en el mismo equipo. Para Martos, ambos creativos pueden compartir la mitad de la cancha sin inconvenientes. “No tengo problema en que convivan jugadores de buen pie dentro de la cancha”, señaló.
Otro cambio obligado se dará en la zaga central: Mauro Osores sufrió un desgarro en la última presentación, por lo que, como mínimo, estará en recuperación durante tres semanas. Juan Orellana, en ese contexto, pica en punta para ser el compañero de Guillermo Rodríguez en la defensa.
Martos también profundizó en el estado anímico del equipo. Según él, San Martín venía trabajando desde antes cómo afrontar el primer tropezón de la temporada. “Estamos bien, eso es lo importante, que estamos bien de ánimo. Estábamos preparados por si en algún momento pasaba esto, y finalmente pasó”, sostuvo.
“El torneo es muy difícil, muy parejo. No hemos llegado todavía a la mitad, así que muchas conclusiones no se pueden sacar. Hay muchos equipos que todavía no despertaron, que tienen buen plantel y seguramente se van a prender en la pelea. No tengo dudas de eso. Como todos los campeonatos de la B Nacional: duros y que generalmente se definen en la última fecha. Lo del año pasado con San Martín fue algo atípico, pero la otra zona se resolvió en la última jornada y en el último minuto. Yo apuesto más por un desarrollo de esas características que por lo que nos tocó vivir a nosotros”, insistió.
Así, San Martín está listo para dejar atrás la caída y reencontrarse con su gente.