
Aunque el Gobierno nacional había planteado que la reforma tributaria se aceleraría tras las elecciones del 26 de octubre, el presidente Javier Milei tiene en carpeta la iniciativa para anticipar a junio el tratamiento de un paquete fiscal que implicará la simplificación del esquema impositivo en la Argentina. Según trascendió, uno de los ejes del proyecto que se analiza tanto en Casa Rosada como en el Palacio de Hacienda será bajar en un 90% la cantidad de impuestos nacionales y fomentar una “competencia fiscal” entre las provincias, para que pugnen por captar inversiones.
En la iniciativa que se pule en esferas oficiales solo quedarían seis gravámenes. “Vamos a terminar con el infierno de tributar en la Argentina”, sostiene el jefe de Estado.
Los seis impuestos que más recaudan son IVA, Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, Impuesto a las Ganancias, el Impuesto a los Ingresos Brutos, el Impuesto a débitos y créditos bancarios y Derechos de exportación, que suman el 83% de la recaudación total, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf).
Esquema tributario de Brasil
Una de las ideas de mayor consenso dentro del gabinete nacional es copiar el esquema tributario de Brasil, que se sustenta a través de un “SúperIVA”, aunque eso implicaría una reducción sustancial de la alícuota del impuesto que hoy, en la Argentina, es del 21%. Este sistema podría funcionar en Argentina, pero recomiendan evaluar cómo Ingresos Brutos, Sellos y tasas municipales se acomodan a nivel local. Es que, solo ingresos brutos, representa el 82% de la recaudación provincial. Los gobernadores ponen reparos a la reforma en tanto la Nación garantice que habrá compensaciones directas. Lo mismo pasa con los intendentes que, reunidos en Tucumán, plantearon la necesidad de una distribución equitativa de los fondos federales.