Fiesta del Chef Patagónico: las claves del éxito de este evento que empieza en Pehuenia-Moquehue

Pablo Buzzo, Martín Cajal Mosqueira, Juan Solorza y Sebastián Caliva comparten sus experiencias y vivencias de este megaevento gastronómico.

Escena en la terraza de fuegos, en el predio de la Fiesta Nacional del Chef Patagónico, en la villa Pehuenia Moquehue. Foto Alejandro Carnevale

“La Fiesta Nacional del Chef Patagónico posiciona a Neuquén con su gastronomía a nivel nacional y potencia a la cocina del sur argentino como uno de sus grandes activos que mueve la aguja de la economía regional”.

Esta apreciación del chef zapalino Martín Cajal Mosqueira bien resume el sentir y parecer de 18 protagonistas gastronómicos que a partir de este viernes 2 de mayo conforman una cumbre que deleiterá y sorprenderá hasta el domingo (4 de mayo) a cientos de turistas, visitantes y foodies de la región.

“Neuquén tiene una identidad muy aferrada a la gastronomía, con notables profesionales”, agrega.

¿La clave del éxito de este evento? “El equipo que gestiona esta fiesta. La coordinación, la logística, la comunicación, el diseño integral, su contenido y forma… Todo pensado hasta el mínimo detalle: esto posibilita que nosotros lleguemos cómodos a compartir nuestros saberes, enterarnos como el público en qué anda cada quien, con qué soñamos, qué proyectos andan en marcha y cuál nos puede convocar… Esto es glorioso”, apunta el zapalino.

“Venir a Pehuenia y Moquehue en esta fecha a esta movida es todo un desafío y un orgullo”, concluye.

La nobleza, el esfuerzo y las ganas de sus protagonistas

“El éxito de esta fiesta está en su génesis, en cómo nació esto con aquella idea maravillosa de Sebastián Mazzuchelli, quien nos planteó en el 2005 hacer un encuentro para compartir cocina en público, con los productos de la región”, expresa Pablo Buzzo, quien por aquella época no era el chef consagrado que hoy es, de presencia nacional.

“Desde ese primer encuentro a esta edición número 19 el crecimiento del evento ha sido genuino, contando siempre con apoyo del gobierno provincial del momento más las gestiones locales, por supuesto”, agrega.

El destino, el territorio, para Buzzo también es determinante para explicarse el nivel de convocatoria que tiene de público y profesionales del sector. “Remarco también como cada vez más productores y emprendedores se acercan para ofrecer y vender lo que crean y cultivan”, acota.

“Personalmente esta fiesta me garantiza felicidad. Esta unión de cocineros y cocineras más productores es cuasi única. Es por esto que todos esperamos siempre ser convocados. La nobleza, el esfuerzo, las ganas, el profesionalismo y la amistad de cada uno de los que son parte de esta movida son el pilar para que esta rueda siga rodando en la gastronomía patagónica y nacional”, dice Buzzo, finalmente.

Decenas de puestos compiten en quien tienta más a los visitantes y turistas que disfrutan de la fiesta.

El entorno natural, una gloria

Para Juan Solorza, chef y consultor gastronómico de Catriel, que “la gastronomía converga en un entorno natural grandioso” es parte de la clave del éxito de este festival de Pehuenia Moquehue. “Que cada chef viaje de un punto de la Patagonia y el país a este punto de la provincia del Neuquén con su cocina a cuestas es único, enriquece a todos, tanto cocineros como público en general. Por eso vivimos esperando este evento que nos posibilita vincularnos con grandes profesionales y reencotrarnos con amigos y colegas”, afirma Solorza.

Después de cada edición “partimos distintos desde acá, enriquecidos por los intercambios de experiencias, recomendaciones y hallazgos”, acota.

La diversidad, uno de los puntos fuertes del evento

Sebastián Caliva, chef de la capital neuquina, es invitado recurrente a este megaevento y a esta altura del partido tiene en claro por dónde pasa la magia y el éxito de este festival. “La geografía paradisíaca es parte del imán; que la convocatoria tenga un caracter familiar también suma y mucho. Los distintos target conviven con armonía: la cocina une, una vez más, al adulto con el chico o joven. Después la diversidad de propuestas gastronómicas, tanto en los puestos y foodtrucks como el escenario central. Cada chef se esmera en dejar su impronta: entonces, las mil formas de trabajar un producto como la gírgola, la trucha, el ñaco o el cordero, por ejemplo, las encontramos en este festival. Esto es único”.

En lo personal, Caliva admite que si bien este evento agrega prestigio y difusión “el cultivo espiritual de cada uno de nosotros” es lo fundamental. El tras de escena es parte de lo trascendental de esta movida en Pahuenia Moquehue, para él. “Reirnos, compartir una copa de vino o una torta frita con una carne recién asada, preguntarnos cómo nos va en nuestros lugares de trabajos o cómo están nuestra familia alimentan relaciones que perduran en el tiempo”, expresa Caliva, siempre claro a la hora de expresarse.

Solorza (izq.) y Mazzuchelli (der) atentos en la asistencia en una clase pública, en el escenario mayor.


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