El futbolista Matías Tissera se reincorporó a los entrenamientos de Huracán, después de pasar 28 días recluido en el penal cordobés de Bouwer, acusado de “amenazas y extorsión”. En su primer contacto con los medios, el delantero contó sus sensaciones por el reencuentro con sus compañeros.
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“Estoy muy contento de revincularme con el club y de volver a sentir lo que es el fútbol. La verdad, estoy feliz”, declaró al canal TyC Sports, a la salida del predio La Quemita.
Tissera, de 28 años, fue liberado el martes pasado por un pedido de excarcelación de su abogado Adolfo Allende Posse con el que pudo acreditarse ante la fiscal Silvana Fernández que no existía riesgo de fuga.
En el escrito se adjuntó el contrato de alquiler de una propiedad en Caballito, una copia del vínculo con el club Huracán y otras pruebas de arraigo del futbolista al país.
Tissera fue arrestrado el 1 de abril cuando se disponía a viajar a Brasil con el plantel del Globo para jugar un partido de la Copa Sudamericana.
El delantero está imputado en una causa caratulada con el delito de “amenazas y extorsión” contra un desarrollador inmobiliario.
El caso que motivó la investigación judicial
El futbolista fue acusado de ser autor intelectual de una supuesta extorsión a Florencio Ferrara, dueño de una empresa constructura a quien le compró una propiedad en Córdoba.
La casa nunca fue entregada y Tissera, desde Bulgaria -donde jugaba-, contactó a un tercero para recuperar los 10.000 dólares que había invertido.
“Matías no extorsionó a nadie. Lo único que reclamó fue su dinero por una casa que nunca fue entregada. Nos comunicamos con el dueño de la empresa, primero decían que faltaban pagos, y Matías, desde Bulgaria no tenía la posibilidad de contactarse con estas personas”, aclaró su esposa Sofía Arozamena en otra nota con el canal TyC Sports.
Cómo fueron los días de Tissera mientras estuvo detenido
Tras quedar retenido en el aeropuerto, el futbolista fue trasladado al centro penitenciario de Bouwer, en Córdoba, donde se alojan delincuentes de alta peligrosidad.
Según contó su esposa, Tissera sufrió un cuadro depresivo y pidió no recibir visitas durante su estadía en el penal.
