Angelo Becciu fue condenado por la compra irregular por parte de la Santa Sede de un inmueble de lujo en Londres. Ahora insiste en participar para elegir al próximo Papa y podría generar el primer conflicto entre los prelados.
Polémica en el Vaticano: el cardenal suspendido por Francisco ahora quiere entrar al Cónclave Polémica en el Vaticano: el cardenal suspendido por Francisco ahora quiere entrar al Cónclave
Mientras en el Vaticano y en todo el mundo católico hay un sentimiento de luto por la muerte del papa Francisco, el cardenal Angelo Becciu protagoniza una polémica por su insistencia en participar del Cónclave y podría generar el primer conflicto en la elección del próximo jefe de la Iglesia.
El cardenal sardo fue despojado por Francisco del cargo de prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y de los "derechos ligados al cardenalato", en 2020. Su sanción tuvo lugar luego de que se descubriera que había impulsado la compra irregular por parte de la Santa Sede de un inmueble de lujo en Londres.
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Desde entonces, conservó el título de cardenal, pero cesó en todo cargo en la Curia romana y perdió el derecho a entrar en un futuro Cónclave.
Sin embargo, haciendo caso omiso de su castigo, Becciu, después de haber sido invitado a las Congregaciones Generales pre-Cónclave como todos los demás cardenales, ahora expresa su plena intención de participar también en la votación para elegir al nuevo Papa.
"Refiriéndose al último Consistorio (aquel en el que Arrigo Miglio, exarzobispo de Cagliari y que recibió a Jorge Bergoglio en su histórica visita en septiembre de 2013, se convirtió en cardenal), el Papa reconoció intactas mis prerrogativas cardenalicias, ya que no hubo voluntad explícita de excluirme del Cónclave ni solicitud de mi renuncia explícita por escrito", dijo el cardenal Becciu en el diario Unione Sarda.
Por su parte, la oficina de prensa del Vaticano aclaró que todos los cardenales, incluido el que fuera el poderoso sustituto de Estado vaticano, pueden participar en las congregaciones, las reuniones preparatorias para el Cónclave, pero que otra cosa es entrar en el cónclave.
Iniciada la polémica, ahora la congregación general de los cardenales, cuya primera sesión se reunió este martes, deberá decidir sobre la reivindicación de Becciu.
El caso que desató el escándalo
Becciu, como exsustituto de Asuntos Generales, se vio involucrado en el escándalo de la compra por parte de la Santa Sede de un inmueble de lujo por 200 millones de euros en Londres, y en otras acusaciones sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, como las enviadas a la Cooperativa Spes de Ozieri, dirigida por su hermano Antonino o incluso a la autodenominada experta en inteligencia Cecilia Marogna.
Unos cargos que le costaron una condena en primera instancia a cinco años y seis meses de prisión, mientras que la apelación está prevista para el próximo otoño.
Sin embargo, el cardenal sigue manteniendo fervientemente su inocencia, así como el hecho de haber sido "indultado" por el Papa.
Su presencia en el Cónclave constituiría ciertamente un elemento desestabilizador, con posibles efectos movilizadores, en particular entre los sectores del Sacro Colegio más opositores a la línea de Bergoglio.
Además, con la participación de Becciu, el número de electores en el Cónclave pasaría de 135 a 136, y habrá que ver quién tendrá el coraje y la fuerza de oponerse a la incursión "inocente" del cardenal.
