La historia de Marcos Julián Díaz podría haber sido la de un deportista exitoso. Surgido del club Atlético del Rosario-Plaza Jewell, llegó a vestir la camiseta de Los Pumitas, el seleccionado argentino juvenil de rugby. Pero su destino tomó otro rumbo. Este sábado, con 42 años, fue detenido en una zona rural del departamento Diamante, en Entre Ríos, acusado de financiar con dólares a una organización narco que abastecía a Los Monos, la banda criminal más temida de Rosario.
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La historia de Marcos Julián Díaz podría haber sido la de un deportista exitoso. Surgido del club Atlético del Rosario-Plaza Jewell, llegó a vestir la camiseta de Los Pumitas, el seleccionado argentino juvenil de rugby. Pero su destino tomó otro rumbo. Este sábado, con 42 años, fue detenido en una zona rural del departamento Diamante, en Entre Ríos, acusado de financiar con dólares a una organización narco que abastecía a Los Monos, la banda criminal más temida de Rosario.
Díaz fue capturado por efectivos de la Policía Federal tras una extensa investigación. Vivía bajo una identidad falsa y se mantenía oculto en un campo, lejos del radar judicial. Estaba prófugo desde hacía casi cuatro años.
Según determinó la Justicia rosarina, el exjugador operaba una “cueva” financiera en pleno centro de Rosario. Desde allí, facilitaba la compra de dólares para una estructura criminal comandada por Julio Andrés Rodríguez Granthon, un narco de origen peruano que fue detenido en 2019 y actualmente cumple una condena de 15 años en el penal de Marcos Paz.
La operatoria era clara: Díaz compraba dólares en Buenos Aires y los trasladaba a Rosario, donde eran utilizados por la organización de Rodríguez Granthon para lavar dinero del narcotráfico. El dinero era luego cambiado por pesos y reinvertido en actividades ilegales. En algunos casos, incluso, se sospecha que el propio Díaz hacía los viajes de traslado del efectivo.
Rodríguez Granthon, alias “Matías Cabaña” en redes sociales, mantenía un perfil bajo y utilizaba documentación falsa, al igual que Díaz. Fue detenido mientras transportaba tres kilos de cocaína. La banda que lideraba era uno de los principales proveedores de droga de Los Monos, la estructura narco dirigida por los hermanos Cantero desde hace más de una década en Rosario.
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, celebró la detención del exrugbyista y lanzó un mensaje firme: “Este narcocriminal fue uno de los que transformó a Rosario en un territorio tomado por los narcos, financiando la red de Julio Rodríguez Granthon. Con el Plan Bandera, liberamos Rosario y vamos a meter preso hasta el último narco. El que juega con el narcotráfico, paga las consecuencias. Ni un paso atrás”, expresó en sus redes sociales.
El caso de Marcos Díaz revela cómo algunas figuras del deporte pueden ser captadas por redes criminales para operar en el engranaje financiero del narcotráfico. Su caída representa un nuevo golpe contra las bandas que operan en el país con conexiones internacionales y estructuras cada vez más sofisticadas.
La Justicia federal continuará investigando posibles vínculos de Díaz con otras células narco y no se descartan más detenciones. Mientras tanto, el ex Pumita enfrenta cargos graves y su historia ya no será recordada por los tries ni las camisetas nacionales, sino por haber sido parte del engranaje que alimentó una de las redes criminales más peligrosas del país.