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Matías Adet: "Hubo un sesgo prejuicioso, como si viniera escapándome con mis síntomas, como un ladrón"

Domingo, 30 de marzo de 2025 02:42
Matías Adet: "Hubo un sesgo prejuicioso, como si viniera escapándome con mis síntomas, como un ladrón" Matías Adet: "Hubo un sesgo prejuicioso, como si viniera escapándome con mis síntomas, como un ladrón"
Matías Adet, abogado, el primer salteño que se contagió del coronavirus.

Cómo desea cada uno ser recordado en el futuro es uno de los planteos que casi todo el mundo se hace en algún momento de la vida. Y hay circunstancias externas a las personas –más bien, incontrolables-, que pueden influir en esto. Matías Adet fue el primer salteño que se contagió del coronavirus a principios del 'annus horribilis' de 2020 y aunque de tanto en tanto es entrevistado por esto, esa experiencia tiene ya otra perspectiva, como un trauma resignificado que transforma el dolor en resiliencia, reconstrucción y aprendizaje. A cinco años de la pandemia, dice que esa es su nueva edad aunque con el cúmulo de todo lo vivido. Y mientras el recuerdo de la enfermedad se tiñe de una mirada más reflexiva, tiene el deseo de que los hechos de impacto global enseñen a cada uno –y mucho- sobre empatía.

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Cómo desea cada uno ser recordado en el futuro es uno de los planteos que casi todo el mundo se hace en algún momento de la vida. Y hay circunstancias externas a las personas –más bien, incontrolables-, que pueden influir en esto. Matías Adet fue el primer salteño que se contagió del coronavirus a principios del 'annus horribilis' de 2020 y aunque de tanto en tanto es entrevistado por esto, esa experiencia tiene ya otra perspectiva, como un trauma resignificado que transforma el dolor en resiliencia, reconstrucción y aprendizaje. A cinco años de la pandemia, dice que esa es su nueva edad aunque con el cúmulo de todo lo vivido. Y mientras el recuerdo de la enfermedad se tiñe de una mirada más reflexiva, tiene el deseo de que los hechos de impacto global enseñen a cada uno –y mucho- sobre empatía.

Hola ¿Cómo te va?

Bien, bien...

Han pasado cinco años de la pandemia…

Es casi mi cumpleaños (se sonríe).

¿Y cómo te sentís con estos cinco años de edad?

Sí (se ríe), tengo cinco años de edad, es verdad. He hecho cosas más buenas en mi vida, pero bueno…, tristemente célebre por eso.

No sé si "tristemente célebre" por eso, porque ¿no te parece que al final la sociedad aprendió más sobre el respeto a la persona?

Sí, totalmente.

Quiero decir, no sé si lo percibís así…

Siento que hoy, a la distancia, todos nos hemos subestimado a nosotros mismos, ¿viste? No sé cómo explicarlo…, como un poco tontos de haber tenido las reacciones que tuvimos, de no haber estado a la altura del momento, ni hablar de lo que nos enseñó, lo que fue en sí la circunstancia. Tanto miedo, tanta cosa y tanto aprovechamiento de los funcionarios y de los gobiernos de turno para sacar jugo de la demagogia con la que les gusta, en general, trabajar a muchas autoridades, lamentablemente. Creo que eso nos queda como moraleja para nosotros.

Se te siente tranquilo, aunque no siempre fue así.

Hoy puedo hablar con mucha tranquilidad, pero en ese momento y sobre todo en los primeros años fueron momentos de mucho dolor, de mucha tristeza, de mucho agravio injusto, gratuito, y que hicieron mucha mella no solo en mí, sino en todo mi grupo familiar. Fueron muchos problemas, muchos años de terapia para trabajar el momento vivido, y en el medio yo perdí a mi padre.

¿Perdiste a tu papá por la pandemia?

No por la pandemia, sino justamente es lo que nadie vio. Hubo un sesgo prejuicioso, gratuito, que quiso dar a entender la idea de que yo había venido como escapándome con mis síntomas, como un ladrón, ¿viste? Mi botín era el covid. Nada que ver, yo me vuelvo porque me avisan mis familiares que mi papá estaba muy grave de salud, estaba internado de hecho. Yo suspendo mi viaje de manera abrupta, mi viaje no había culminado en Europa, y me vuelvo antes para llegar a estar con mi padre.

"Fue muy doloroso sentirse agraviado, a pesar de haber hecho todo como correspondía. Nadie busca contagiarse de una enfermedad con el propósito de contagiar a alguien".

Entonces ¿qué sucedió?

Esto no ocurre, porque cuando comienzo a hacer mi cuarentena como se acababa de disponer, es cuando siento los primeros síntomas, ya estando en cuarentena y haciendo las cosas como corresponden. Porque lo más doloroso fue eso, sentirse como un poco traicionado si vale el término en cuanto a que, a pesar de haber hecho las cosas como a uno le enseñaron en la vida, como persona del Derecho, me cayó todo este agravio gratuito y esas acusaciones falsas e indignaciones de todo tipo. Fue muy doloroso eso, porque cuando me pasa a mí esto, yo inmediatamente decido dirigirme a la clínica privada donde me hice asistir, que correspondía con mi obra social, y resultó que ahí también sobreestime la pericia, la calidad profesional del servicio médico en general, de ese momento. Yo supuse que existía la posibilidad en el mismo día que a mí se me presentan los síntomas, de hacer el test que hoy comprás en la farmacia. Sinceramente pensé que en ese momento se podía hacer algún test de sangre o algún otro para determinar la presencia de la enfermedad, y que ese mismo día iba a poder saber si estaba cursando un simple resfrío o era ese virus nuevo del momento. Nada que ver, no existía absolutamente nada y todo el mundo estaba aterrado. Igual yo sí agradecí puntualmente a los médicos que me asistieron en ese momento. Imagínate que a mí me toman las muestras para hacerme el test, todo se mandaba al (hospital) Malbrán en Buenos Aires, y los resultados de los análisis llegaban a los seis días, más o menos, con lo cual era un disparate. Cuando a mí me prenden fuego gratuita e injustamente en todos los medios y empiezan a decir un montón de barbaridades, que yo había estado en un lugar, en otro y no sé cuántas mentiras más, después no importó lo que se demostró. Se dice que a una mentira la lee el 100% de la gente y cuando aparece la refutación y la verdad de las cosas, solo las ve el 30%, entonces hay un 70% que se queda con la idea de que lo que aprendieron al principio o les enseñaron o les informaron era lo que pasó realmente. Incluso mucha gente hasta mira con recelo la rectificación después. Lamentablemente tenemos ese sesgo tan prejuicioso todos, y me incluyo.

Había un proceso judicial que iniciaste contra 16 profesionales por la filtración de tu nombre? ¿En qué quedó eso?

Hay dos procesos abiertos en relación con ese tema, pero prefiero no hablar de esto porque tuvieron algunas definiciones y están en el tramo final.

Cuando comenzó la pandemia y regresaste de España tenías dos hijito chicos, ¿no?

Sí. Mi hija más chica tenía apenas dos años y el más grande tenía cinco o seis. Por suerte ellos no vivieron la afectación que significó el agravio público.

El mayor, que hoy debe tener 11 años más o menos, ¿sabe que fuiste el primer caso de covid en Salta?

Creo que en algún momento hemos conversado con el más grande pero no como una noción cabal de lo que se dijo y qué pasó. No. Y prefiero que tampoco lo registren así. Mirá, gracias a Dios, después de mucho tiempo, de haber logrado que cierren un proceso penal injusto que se me abrió, etc., me pasó hace una semana que un hombre que me dijo que era periodista, me reconoció, se me acercó y me dijo: "En nombre de todos los salteños te pido disculpas por lo pésimo que se portó la gente con vos". Me hizo emocionar porque me pareció un gesto tan lindo… Uno nunca tiene que cansarse de decir y hacer las cosas como corresponden porque en algún momento, eso a alguien le influye o surte algún efecto.

Nadie busca contagiarse de una enfermedad con el propósito de contagiar a alguien. Lo hablamos en una entrevista durante la pandemia…

De hecho, yo estaba enfermo de una enfermedad que nadie elige enfermarse. Y si hay algo que quedó sumamente acreditado es que nadie se contagió de mi covid.

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