El año electoral está en marcha. Una prueba de fuego para la pericia política de Javier Milei. Y "pericia política" supone comprender que los hechos son los que adquieren peso mientras que la retórica, las ideas y las ideologías quedan subordinadas a una realidad implacable.
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El año electoral está en marcha. Una prueba de fuego para la pericia política de Javier Milei. Y "pericia política" supone comprender que los hechos son los que adquieren peso mientras que la retórica, las ideas y las ideologías quedan subordinadas a una realidad implacable.
Los éxitos y las frustraciones en materia económica van a ser decisivos para el presidente, porque definirán si puede construir, o no, bloques y alianzas sólidas en el Congreso.
El crédito obtenido por el Gobierno se debe, en primer lugar, al freno que logró poner a la inflación, lo que no es poco si se piensa cuánto pesa el bolsillo en las decisiones del ciudadano común. Y, a nivel macro, se suma el saneamiento del Banco Central, el superávit fiscal y el recorte del gasto público. Es su patrimonio en materia económica, aunque quedan muchos escalones por subir.
De hecho, la actividad productiva, el empleo y el poder adquisitivo del salario no han aumentado como para compensar la caída de las últimas décadas. Esto, también afecta a las necesidades domésticas y cotidianas de la ciudadanía.
La retórica combativa exaltando la "motosierra" y destacando (exagerando, más bien) la progresiva liberación de la emisión como fuente de financiamiento (y endeudamientos con acreedores oportunistas) tienen la cualidad de defender una doctrina que está en las antípodas de "la cultura" que pretendieron imponer las dirigencias tradicionales, proclives al estatismo y al rechazo a cualquier estrategia que optimice la inserción de la Argentina en el mundo.
Milei cuenta con la transitoria ventaja del desgaste de Cristina Kirchner, la irrelevancia de las figuras notorias del kirchnerismo (empeñados todos en volver el tiempo atrás) y la descomposición progresiva de la oposición en general.
Pero las elecciones llegan con varios problemas.
Las sombras preelectorales
La credibilidad del proyecto económico está en un momento crítico, no porque los digan los gurúes del kirchnerismo y de los sectores extremos del radicalismo, a quienes los resultados de sus gestiones los desautorizan. Lo dicen "los mercados", es decir, las inversiones financieras que no se mueven por empatía sino por confianza y desconfianza en el futuro de la moneda y los negocios.
La paridad cambiaria ya empieza a jugar en contra y el dólar vuelve a revalorizarse frente al peso. La falta de claridad sobre una eventual devaluación y sus previsibles consecuencias inflacionarias se complementa con la visible tardanza en la recuperación de la actividad industrial. Para Milei y Luis Caputo es un gran dilema. El FMI está muy conforme con el manejo del déficit y la inflación, pero, aunque el programa les convenza, reclaman liberación del cambio. Es decir, no quieren que el préstamo cuya aprobación parece inminente, esté destinado a vender dólares para mantener la paridad. Pero si bien todo el mundo empresario espera la salida del cepo, los desequilibrios tributarios aún no corregidos y la dependencia generada por el proteccionismo pueden convertirse en costos demasiado elevados. Y, ni qué hablar, un rebrote inflacionario.
La economía muestra turbulencias y el escándalo de la cripto moneda también juegan en contra.
El punto no es menor. Milei logró un enorme éxito electoral en el que dejó en el camino a todos los candidatos, y ninguna de las viejas figuras está en condiciones de volver. Pero este año las elecciones son parlamentarias. El éxito y el fracaso consistirán en que Milei logre o no garantizar la gobernabilidad para los próximos dos años. La debilidad de la oposición no será suficiente para un triunfo oficialista. Las relaciones caprichosas, por ejemplo, con Victoria Villarruel y el cambio visceral de funcionarios pueden gratificar al círculo íntimo del presidente, pero debilitan su gestión y su proyecto. De ahí, la incapacidad de conformar un gabinete estable.
La política es la capacidad de luchar por el poder y acordar para construir. La confrontación agónica entre libertarios y kirchneristas encierra a los dirigentes (o aspirantes a líderes) de ambos bandos en una guerra que solo interesa a ellos. Y que anticipa el fracaso del país.
La soledad de Cristina Kirchner y su dialéctica casi pueril a través de las redes, confronta con un Milei que le contesta en los mismos términos. Y los dos, rodeados de legiones de trolls dedicados a embarrar la cancha y arrojar leña al fuego.
"Saquen los dólares del colchón"
El presidente Javier Milei insiste en reclamar que los argentinos "saquen los dólares del colchón".
Según el Indec, al 31 de diciembre había US$ 214.505 millones acumulados fuera del sistema financiero, lo que equivale a ocho veces las reservas en dólares del BCRA (US$ 26.000 millones).
A fines de 2024, el blanqueo para incentivar el ingreso de divisas incorporó US$ 22.000 millones. No fue un indicador de confianza, porque fue solo una mínima parte de las "reservas de colchón". Entre octubre y marzo, los depósitos privados cayeron de US$ 34.682 millones a US$ 29.606 millones, una caída de US$ 5.076 millones.