La transición en el uso de la tarjeta de ómnibus

A partir del 1 de abril de abril los quioscos sólo podrán recargar tarjetas SUBE para viajar en líneas urbanas de colectivos. Los usuarios que todavía no hicieron el cambio podrán recargar la Ciudadana hasta el 31 de marzo y usarla hasta el 30 de abril, como fecha límite.

La situación muestra complicaciones para los usuarios, toda vez que podría haber dificultades en esta semana que resta hasta estos plazos límite para que los usuarios puedan adquirir los plásticos y para que los puedan recargar. El mismo secretario de Movilidad Urbana del Municipio, Benjamín Nieva, aclaró que los usuarios que todavía no adquirieron los nuevos plásticos podrán recargar la Ciudadana hasta el 31 de marzo, como fecha límite y pide que se denuncie los quioscos que cobren más de $ 1.500 por las tarjetas, así como se informó que se realiza un relevamiento de los puntos de venta, puesto que por disposición del Gobierno nacional, el sistema de comercialización y carga de las tarjetas SUBE está tercerizado a través de las empresas RGP y Carga Plus, que se encargan de la distribución de los plásticos para venta y el servicio de recarga en quioscos y comercios habilitados. El funcionario explicó que “durante todo abril va a funcionar este sistema dual, donde se podrá usar el saldo que quede en la Ciudadana junto con la SUBE” y aclaró que “lo recomendable es que es el saldo comience a cargarse en la tarjeta SUBE, ya que a partir de 1° de mayo regirá exclusivamente en San Miguel de Tucumán solo el sistema SUBE” como método de pago para viajar en las 14 líneas urbanas, de la 1 a la 19.  Nieva dijo que “lo que recomienda la Municipalidad es que los pasajeros vayan virando de la Ciudadana y se pasen a la SUBE, que es un sistema que trae importantes beneficios, con un 55% de disminución de la tarifa para todos los usuarios con atributos sociales, y será el mecanismo exclusivo de pago”.

Sería importante prever las complicaciones que pueden darse en una transición compleja, como los que ocurrieron hace 13 años, cuando se pasó del uso del cospel a la tarjeta de viajes.  Este cambio entra en un sistema con muchas aristas: en la Capital rigen la tarjeta SUBE (en un 60%, según estimaciones no oficiales), Ciudadana (40%) y Metropolitana,  hasta el 31 marzo. También en los recorridos metropolitanos rigen la Metropolitana y la Independencia (que va a remplazar a la anterior y sobre cuyo uso por ahora se ha hecho una prueba piloto). Las líneas rurales aún usan  boleto en papel. Los tres estamentos emplean, aparte, troqueles que se entregan a jubilados y a estudiantes. Tanto la Independencia como la SUBE tienen ventajas -la primera va  a tener formas de pago con Mercado Pago y tarjetas de crédito y débito- y la segunda tiene la posibilidad de que se pueda pagar con celular y con una APP, entre otras cosas. Pero los problemas pueden surgir de la escasez de pásticos y de las dificultades para que haya recargas en los quioscos. Lo ideal sería que se tienda en algún momento a la unificación de todos los sistemas, para que se faciliten las cosas al usuario, y que desde ya se hagan operativos de control, a fin de que la gente no quede privada de utilizar el colectivo en sus actividades cotidianas.