
Desde 2016, Argentina no registraba casos de sarampión, lo que se consideraba un logro de las campañas de vacunación. Este año, en conjunto con otros países de latinoamérica, hubo un brote y se registraron 14 nuevos casos –hasta el momento– después de casi 10 años.
Los especialistas atribuyen el brote a una caída en las tasas de vacunación, por lo que pidieron reforzar la campaña nacional para evitar más contagios. El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños, según la Organización Panamericana de la Salud.
Cómo se manifiesta el sarampión
El sarampión empieza a manifestarse entre 8 y 12 días después del contagio. Sus primeros síntomas son fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Días después aparecen lesiones cutáneas que comienzan en la cara y el cuello y se extienden al resto del cuerpo.
Aunque la mayoría de las personas pueden recuperarse entre dos y tres semanas del sarampión, este sigue siendo la principal causa de muerte en niños pequeños. Los contagiados, en los casos más graves, pueden padecer complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, neumonía e infecciones de oído.
Cómo prevenir el sarampión
La principal forma de prevenir el sarampión es aplicando las dos vacunas correspondientes. Antes de que se aplicaran los inoculantes en 1980, el sarampión mataba 2.6 millones de personas al año en todo el mundo. Entre esa época y los 2000, la mayoría de los países miembros de la Organización Mundial de la Salud incorporaron la vacuna triple vírica contra sarampión, paperas y rubéola.
Para mantener la eliminación del sarampión, se deben fortalecer los sistemas de vigilancia de esta enfermedad febril eruptiva, es decir, de personas con fiebre y erupción en la piel o sarpullido, que permiten la identificación temprana de casos que provienen de países donde existe la enfermedad.
El sarampión se transmite por gotículas procedentes de la nariz, la boca y la faringe de personas afectadas. Estas gotas se liberan al toser, estornudar o hablar.