La tropa dialoguista va a “Fondo”

En el mercado financiero, la temperatura se eleva. El dólar volvió a despertarse y pone nervioso a los inversores. La tormenta financiera asoma, en la previa de las elecciones, mientras la gestión del presidente Javier Milei intenta cerrar el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Al economista libertario se le va la vida en ese entendimiento, mientras su ministro de Economía, Luis Caputo, repite cada día: “cuando se levante el cepo cambiario no habrá un salto devaluatorio”. Los inversores están impacientes, tanto como aquel día en que Milei firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) para avanzar con el 23° acuerdo entre la Argentina y el organismo internacional. Lo curioso de todo es que ni el Fondo ni la Casa Rosada deslizan de cuánto será la asistencia, cuáles serán las condicionalidades y cómo será el desembolso. Esto alimenta la impaciencia de los inversores, ya que las precisiones otorgarán claridad respecto de los lineamientos consensuados en el régimen monetario y cambiario, advierte el economista Gustavo Ber. Entre los operadores, la expectativa se concentra en una eventual gradual reducción del ¨blend¨, posibles flexibilizaciones cambiarias adicionales y hasta un sistema de bandas, todos apuntando a que se pueda transitar una etapa de mayor acumulación de reservas, claves para avanzar en el plan económico y en la salida del cepo.

Al ritmo de especulaciones sobre esos escenarios, los operadores vienen detectando un mayor apetito hacia la cobertura por parte de los agentes económicos, y ello deriva en la respuesta alcista de los dólares financieros y libre, dado que dentro de las alternativas podría encontrarse algún esquema de reacomodamiento para mejorar las cuentas externas. Sin embargo, debería ser suficientemente moderado y ordenado, dentro de un clima de confianza, a fin de no alterar el proceso de desinflación, el cual sin dudas se convierte en un activo político y económico central para el gobierno frente al calendario electoral, sostiene Ber.

En los últimos días, ha tomado cuerpo la opinión de Ricardo Arriazu, que advierte sobre la posibilidad de que en la Argentina se instituya una banda cambiaria. “Mi preocupación en este momento es que obviamente Argentina no va a devaluar. Pero al Presidente le gusta la flotación y al Fondo le gusta la flotación. Y mucho me temo que van a querer poner una flotación compacta parecida a la del 2018 y eso va a crear problemas”, alertó el macroeconomista. Una flotación es un proceso mediante el cual se deja a la moneda del país de forma libre encontrar su valor en el mercado cambiario, sin realizar ninguna intervención. En alguna medida, el Banco Central puede intervenir para que su cotización no supere en las puntas. Esto sería un esquema diferente al crawling peg o devaluación administrada, que hoy se hace a un ritmo del 1% mensual.

El dólar ha dejado de ser una preocupación en los últimos meses. Sin embargo, tras el DNU firmado por Milei, la volatilidad volvió a instalarse en el mercado cambiario con el riesgo de que esos movimientos en la cotización de la divisa estadounidense se traslade al resto de los precios de la economía. La desaceleración inflacionaria es clave para que la gestión de La Libertad Avanza pueda moverse con relativa tranquilidad durante este año electoral. En la Casa Rosada creen que el escándalo de la criptomoneda ha quedado en el camino y que, de ahora en más, hay que pensar en seguir acomodando la economía.

El DNU

Todo el elenco gubernamental se puso en campaña para lograr que el Congreso nacional avale el Decreto de Necesidad y Urgencia, de tal manera que Caputo pueda viajar hacia Washington con el aval del Parlamento y a pedir, directamente, al Board del FMI la firma definitiva el nuevo acuerdo. Anoche, el oficialismo logró firmar un dictamen de mayoría en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para que el decreto sea tratado hoy en el recinto de la Cámara Baja. Las negociaciones no sólo se circunscribieron en las distintas bancadas.

El Gobierno nacional cerró filas con las provincias dialoguistas. Por esa razón, el gobernador tucumano Osvaldo Jaldo hizo un viaje relámpago hacia Buenos Aires para dirigirse hacia el Palacio de Hacienda donde, además de Caputo, lo esperaban el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán, que tiene previsto desembarcar en Tucumán entre mañana y el viernes. Pero Jaldo no estuvo solo. En ese raid institucional lo acompañaron otros dos mandatarios dialoguistas: el salteño Gustavo Sáenz y el catamarqueño Raúl Jalil. Todos ellos tienen peso específico dentro del Congreso en momentos en que Milei necesita de la mayor cantidad de votos posibles para la aprobación del DNU. Pero en política nada es gratis. El Gobierno nacional preparó una batería de convenios, que anoche fueron rubricados por los gobernadores y que implicará el cumplimiento de viejos compromisos. En el caso tucumano, fue la posesión del predio donde se ejecutará el Procrear 2, pero con financiamiento local.

Esto quiere decir que el bloque jaldista Independencia irá hasta el fondo y con el Fondo, más allá de que la presidenta del Partido Justicialista nacional, Cristina Fernández de Kirchner, haya dado a conocer un documento en el que sostiene que el Gobierno nacional, con su decisión de avanzar en un nuevo acuerdo con el FMI, vulneraba cláusulas constitucionales. Según el principal partido de la oposición, Milei trata de “eludir el cumplimiento de la Ley 27.612”, que obliga al Poder Ejecutivo a remitir al Congreso el texto completo y final de cualquier acuerdo con el FMI, detallando “monto, tasa de interés, fechas de vencimiento y demás condicionalidades”.

Es posible que, tras la votación de hoy en el Congreso, haya nuevas bajas en el bloque justicialista. Particularmente del lado catamarqueño. Se habla de la posibilidad de converger en un interbloque dialoguista en el que se incluiría a la bancada Independencia, que responde al mandatario tucumano. En Buenos Aires, el gobernador tenía previsto reunirse con los diputados Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla, con el fin de coordinar las acciones para luego ingresar al recinto con el voto definido.

A pasar de varias amenazas partidarias, Jaldo está seguro de que el PJ no se animará a intervenir el distrito Tucumán, frente a la posición contraria de su gestión al pensamiento kirchnerista. El mandatario había mandado mensajes a las distintas corrientes internas acerca de que estaba dispuesto a una tregua para no llegar a las internas para definir candidatos a diputados nacional. Sin embargo, todo cambia en cuestión de horas. En la Argentina, mañana es un futuro imperfecto, porque puede llegar a deparar una nueva crisis o un horizonte de renovación económica y política. Los movimientos pendulares son una característica esencial dentro de la política.