Vicentin se paraliza por falta de granos y por el conflicto con los gremios podría quedar en manos de acreedores

La situación de incertidumbre operativo y comercial que atraviesa Vicentin no deja de agravarse. A muy poco de haberse desatado un conflicto con los sindicatos tras haber cubierto sólo el 30% de los sueldos, la compañía entró en fase de parálisis por falta de granos para moler y a raíz de una desconfianza que se multiplica entre sus proveedores. La cúpula de la firma participó de una audiencia convocada por la Secretaría de Trabajo de la Nación donde solicitó se incluya a parte de sus acreedores como "solidariamente responsables" del pago de sueldos, petición que fue rechazada. Mientras tanto, los gremios aceiteros no aflojan y mantienen las medidas de fuerza en las plantas de Avellaneda y San Lorenzo, en la provincia de Santa Fe.

En días recientes, Daniel Foschiatti, Carlos Sartor y Fernando Bougain, directores de la compañía, enviaron una carta al juez concursal Fabián Lorenzini, que viene de establecer una nueva intervención de Vicentin, argumentando que "la reducción a casi la mitad de la facturación de enero y la ausencia total de fazones de soja en febrero de 2025 generaron el pasivo post concursal que no podrá revertirse hasta que ingresen adelantos por la cosecha de soja".

Vicentin: la empresa carece de granos para operar

Los directivos cargaron contra dos acreedores por la falta de homologación de la última propuesta impulsada desde la empresa para sortear el concurso en el que se encuentra. Afirmaron que CIMA Investments S.A. y el Grupo Grassi, "arriesgan una excelente operación financiera por la voracidad de querer quedarse con Vicentin sin mostrar jamás un plan serio y sustentable".

"La injustificada dilación en la homologación del acuerdo preventivo, que ya lleva cerca de dos años y medio, ha generado un gravísimo perjuicio a la empresa, sus trabajadores y todas las partes involucradas", expusieron, señalando que esa complicación dejó a Vicentin sin fondos para continuar cumpliendo con los salarios y otros pagos.

"Necesitamos facturar para pagar costos fijos. Desde marzo de 2024, las proyecciones indicaban que la caja sostenía la actividad hasta marzo de 2025, pero la incertidumbre judicial impidió concretar nuevos negocios", agregaron. En esta primera parte del año, la firma dejó de moler granos por un valor aproximado de 8.200 millones de pesos.

Ese parate, argumentan en Vicentin, es la variable que complica el pago de los salarios. La empresa cargó contra los gremios aceiteros señalando que las medidas de fuerza promovidas alejan aún más la posibilidad de cerrar acuerdos para recuperar el flujo de granos. "Algunos actores sindicales promueven medidas que generarán nuevas cargas sobre la ya comprometida caja de la empresa", dijeron los directores.

Socios y gremios, en oposición a Vicentin

La tensión entre Vicentin, sus acreedores y los gremios quedó por demás de expuesta en la última audiencia promovida por la Secretaría de Trabajo. En ese marco, la compañía reconoció que hasta la fecha carece de fondos para normalizar la situación con sus empleados.

"La reducción drástica de la facturación y la ausencia total de operaciones de fazones (alquiler de plantas) de soja en febrero han generado un importante pasivo post-concursal que no podemos revertir hasta que se efectúen adelantos por la cosecha de soja, contratos éstos que a la fecha no existen", se indicó.

Durante el encuentro en cuestión, concretado durante la jornada del lunes, la directiva de Vicentin pidió que ACA, Viterra y Bunge, considerados "inversores estratégicos" por la firma en concurso, pero también integrantes del pelotón de acreedores, colaboren en la regularización de los sueldos que se adeudan.

Las tres compañías rechazaron esa posibilidad: "Negamos ser solidariamente responsables, cuestión a todo evento de derecho y ajena a debate en esta instancia. Negamos también las imputaciones y demás manifestaciones que se formulan. Rechazamos las intimaciones peticionadas por la parte sindical, formulando la más amplia reserva de derechos".

Presentes en la reunión, los gremios aceiteros también rechazaron el pedido de Vicentin de sumar a más empresas como "solidariamente responsables" y anticiparon que la actividad en Avellaneda y San Lorenzo no se normalizará hasta tanto se complete el pago de salarios. Paralizada, sin respaldo de sus socios y acorralada por los acreedores y la misma Justicia, la agroexportadora atraviesa uno de sus peores momentos y su continuidad, tal vez como nunca antes, esta puesta cada vez más en entredicho.