Todo comenzó cuando Jennifer Candotti desempolvó un viejo vestido. Se trató de una de sus prendas más queridas, una que la acompañó en varios momentos de los años 80 y que quedó registrado en una fotografía.
En esa imagen, Candotti apareció con tres mujeres con las que era común verla en ese entonces, cuando estudiaban en la Universidad de Richmond, Virginia. Ellas, con el pasar de los años, se convirtieron en sus mejores amigas. Durante 2024, volvieron a juntarse y recrearon esa fotografía.
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Una amistad que resiste el paso del tiempo
Las amigas de Candotti son Robin Clark, Angie Carrano y Robin Garrison. Aunque en la actualidad viven entre Estados Unidos y Europa, al menos una vez al año se reencuentran.
Uno de los más recientes encuentros se produjo en Italia, durante el 2024. Candotti ya tenía en mente una idea: recrear una de las fotos que se hicieron juntas, y que ella recuerda con cariño por la compañía y por aparecer con el vestido que tanto usó en ese entonces.
El momento no solo sirvió para contar una historia, compartida por CNN. También fue una forma de revivir aquellos años de juventud y el vínculo que une a las cuatro mujeres. “Estas son las chicas con las que puedo contar, las que mejor me conocen y que, cuando estamos juntas, nos sentimos solas si volviéramos a tener 18 años”, dijo Candotti al medio citado.
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La foto original, inspiración de la que recrearon en 2024, fue tomada en 1989. En ambas, Candotti luce el vestido con estampado de flores rosas y blancas. La gran diferencia entre uno y otra imagen es el tiempo. Ese ante el que su amistad pudo sostenerse.
“Ha perdurado, ha resistido el paso del tiempo”, dijo Robin Clark, en relación con la foto, aunque podría valer para referirse a la amistad de las cuatro. Aunque ya no se ven con la frecuencia de los años en la facultad, parte de ese espíritu prevalece. Según explicó Candotti, “estar juntas bajo el mismo techo es como si estuviéramos en nuestro primer año en la universidad”.
Solo que, en el momento de recrear la foto, no estaban entre aulas de estudios o bibliotecas, sino en Italia, sumando más momentos juntas. “Pasamos la semana aprendiendo a hacer pasta, probando aceite de oliva y viajando a los pintorescos pueblos de las laderas cercanas”, dijo Candotti.
