Luego de que se revelaran claves de las pericias psicológicas y psiquiátricas de Néstor Soto, acusado de homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género, en el cuarto día de audiencias por el crimen de Catalina Gutiérrez, las amigas de Arquitectura de ambos contaron cómo era el vínculo que tenían y revelaron los rasgos “tóxicos” que advertían.
Soto es el único acusado por el asesinato: era amigo de la víctima, cursaban juntos la carrera en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y hasta compartían el mismo grupo. Tiene 22 años y es oriundo de Bariloche, provincia de Río Negro. Dos semanas después del presunto femicidio, el joven confesó ante el fiscal José Mana. “Yo la maté”, aseguró. Esta declaración, sumada a la prueba de los registros de las cámaras de seguridad que lo ubican en la escena del crimen, lo complican en la causa.
Aylén Fernández pertenecía al grupo más cercano a la estudiante y compartía a diario con los dos. Según dijo, la relación de ellos era “un vínculo tóxico en el que ella terminaba complaciéndolo a él”. “Cuando ella se pone de novia empieza el tope de toxicidad de parte de Néstor”, aseguró Fernández sobre la relación de Catalina con Ezequiel García y comentó que “él estaba molesto porque sentía que lo dejaba de lado”. Esta situación preocupaba a la víctima.
La amiga de la influencer también afirmó ante el Tribunal que había “reclamos más permanentes por la distancia del vínculo” y recordó que Soto “estaba angustiado por la distancia que generó el noviazgo de Cata”. En ese punto, recordó: “Cata se mostraba harta por los enojos de Néstor”.
Catalina fue vista por última vez cuando se dirigía a la casa de Soto antes de encontrarse con unos amigos. Lo que sucedió minutos más tarde dentro de la casa del hombre marcó el destino trágico de la joven, y ahora, con los detalles de la autopsia, se busca esclarecer qué ocurrió esa noche fatídica del 17 de julio de 2024 en el barrio Ampliación Kennedy, en la zona sur de la ciudad de Córdoba.
Mientras que otra amiga de ambos, Catalina Rizzi, declaró por primera vez desde Los Ángeles, Estados Unidos, y contó que primero fue amiga de Soto y luego de Gutiérrez. Según señaló, con el tiempo se dio cuenta de que la amistad con el detenido era “no saludable” porque le “reprochaba y agotaba”.
“No le gustaba juntarse en grupo y quería juntarse de a dos. Me comparaba con Catalina Gutiérrez y Ornella Beltramo (otra de las amigas que también declaró en este juicio)”, sostuvo. Además, la joven expresó que, cuando sucedió el crimen, pensó que podría haber sido ella porque mantenía una relación similar con el acusado.
Para el viernes está previsto que se desarrolle la quinta audiencia con la declaración de Lucas Achen y Ulises Balián. El primero es un amigo que ya relató ataques de ira que tenía Néstor Soto y que terminaban en destrozar cosas, como un lavarropas. El segundo era su mejor amigo de la facultad, a quien la noche del 17 de julio de 2024 le pidió jugar un juego online para tener una coartada tras haber asesinado a Catalina.
Juicio por el crimen de Catalina: revelaron detalles estremecedores de la autopsia del cuerpo de la víctima
En la audiencia de este miércoles, las médicas forenses Romina Rufino y Eliana Moretta dejaron en claro la brutalidad con la que la joven fue atacada, detallaron las lesiones que sufrió y confirmaron que Catalina luchó por su vida hasta el último momento. A lo largo de este juicio, las pruebas se acumulan en contra de Soto.
Según el informe, Catalina sufrió múltiples golpes en su rostro, específicamente en el área izquierda de la cabeza, que incluyeron moretones en el ojo, la ceja, la sien y la mejilla. Estas lesiones fueron confirmadas como producto de golpes directos, evidenciando que la víctima trató de defenderse mientras luchaba por su vida.
Además, las forenses indicaron que la joven fue amordazada y atada de las muñecas, lo que dejó marcas de pegamento en la zona, sugiriendo que el atacante utilizó algún tipo de sustancia para inmovilizarla. El informe también confirmó que la joven fue estrangulada, aunque no se ha podido determinar con certeza si el lazo fue colocado por delante o detrás de su cuello. Sin embargo, coincidieron en que la violencia fue ejercida en un corto período de tiempo, lo que podría indicar una clara intención de asesinarla de forma rápida y eficiente.
Uno de los detalles más impactantes del informe fue la descripción de las lesiones en la región perilaríngea de la víctima, que presentaba signos claros de defensa y lucha. Las forenses señalaron que Catalina intentó protegerse del ataque, lo que se evidenció en los moretones en la base de su lengua, un área muy delicada del cuerpo humano. Estos detalles fueron especialmente dolorosos para la familia de la víctima, que escuchó atentamente las explicaciones en sala de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación de la ciudad de Córdoba.
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