Las mariposas son uno de los insectos más populares del mundo, ya que sus colores y aspecto amigable las hace admiradas por varias personas. Sin embargo, más allá de su belleza, su rol en la naturaleza es fundamental, porque son polinizadoras. Pero un reciente estudio reveló que la población disminuyó significativamente en las últimas dos décadas y indicó las consecuencias que esto podría tener.
Precisamente, en los últimos 20 años las poblaciones de mariposas han experimentado una disminución alarmante tanto en Estados Unidos como en Europa, lo que representa una seria amenaza para la estabilidad de los ecosistemas. El rol que estos insectos cumplen en la naturaleza es la de ser polinizadores, es decir que están implicadas en el proceso de reproducción de numerosas especies vegetales y, por ende, la producción de alimentos.
Un estudio publicado por Science.org reveló que, entre 2000 y 2020, la cantidad total de mariposas en Estados Unidos se redujo en un 22%. De las 554 especies analizadas, un tercio mostró una disminución significativa, mientras que solo un 3% experimentó algún crecimiento poblacional. En Europa, la situación es igualmente preocupante: en el Reino Unido, el 8% de las especies residentes han desaparecido por completo, y en los Países Bajos, el 20% de las especies se ha extinguido, sumando una reducción del 50% en la población total de mariposas desde 1990.
Ahora bien, la "extinción" de estos insectos no es algo meramente natural y ligado al ciclo de la vida, sin que el ser humano tiene gran parte de la responsabilidad. Las principales causas de este declive incluyen la pérdida y fragmentación de hábitats debido a la expansión agrícola y urbana, el uso masivo de pesticidas y herbicidas que afectan tanto a larvas como a adultos, el cambio climático que altera los ciclos de vida de las mariposas, y la competencia con especies invasoras que desplazan a las nativas.
¿Por qué no hay que alejar a las vaquita de San Antonio y qué significa?
Otro de los insectos con buena fama, y de las que resultan agradables de interactuar, son las vaquitas de San Antonio. Esta especie tan particular suele aparecer de forma esporádica y se queda en un lugar por un periodo de tiempo, pero se recomienda no asustarlas y que descansen todo el tiempo que lo consideren necesario. Algo que es producto de una tradición que no aconseja expulsarlas porque se estaría cometiendo un grave error.
También conocidas como mariquitas o catarinas, se trata de un insecto que pertenece a la superfamilia Cucujoidea, y se las puede identificar con su facilidad debido a su pequeño tamaño, caparazón rojo y la presencia de varias manchas que pueden variar entre un tono blanco y negro.
"Me encontré una vaquita de San Antonio en la lechuga. ¿Lo puedo considerar una señal de buena suerte?", expresó Proletaria Tech, como figura su usuario de X (Ex Twitter). En el posteo, se puede apreciar que el insecto se encuentra caminando sobre una hoja de planta de lechuga. La tradición aconseja dejarlas en el lugar por unos minutos y luego colocarlas en un ambiente natural que ayude a conservar su vida.
En lo que respecta a esta creencia popular, a falta de datos que permitan confirmar el origen, la versión más compartida es una que se mantiene vigente desde la Edad Media y que expone la gratitud de los campesinos ante la presencia de la vaquita. Esto es producto de que son excelentes para reducir las plagas, debido a que se alimentan de pulgones y ácaros que dañan a los cultivos. Una vez que era momento de cosecha, las plantaciones se encontraban en perfectas condiciones, ya que habían sido protegidas por estos insectos.
En segundo lugar, se cree que la presencia de este insecto se asocia con la buena suerte debido a que muchas portan siete manchas en su caparazón. Se le aconseja a las personas retenerlas por unos segundos, pedir un deseo que permita resolver una causa urgente y luego soltarla en la planta más cercana que tengamos.