Incendios voraces en la región: preocupa la proliferación de pinos que son altamente inflamables
Una investigadora adjunta del Conicet explicó los efectos adversos de las plantaciones de pinos en la Comarca Andina.
Epuyén, Los Manzanos, El Bolsón, Los Alerces, Lanín. El cambio climático, la deforestación, el crecimiento urbano y la expansión de especies exóticas, como los pinos, configuran un escenario propicio para incendios cada vez más severos, con miles de hectáreas arrasadas.
Tiempo atrás, plantar árboles era sinónimo de conservación. Sin embargo, la introducción masiva de pinos en la Patagonia se convirtió en una amenaza silenciosa.
“El pino es una especie exótica que crece de forma descontrolada en la región. Invade rápidamente nuevas áreas, altera el suelo y, lo más preocupante, aumenta el riesgo de incendios”, resumió Jorgelina Franzese, investigadora adjunta del Conicet en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (Inibioma).
«No se toma una decisión política antes de un incendio -advirtió-. Y cuando uno mira las fotos, se ven los pinos, todos chamuscados, al lado de las casas. Esta zona, con gran cantidad de plantaciones abandonadas de pinos, hace que se intensifiquen las consecuencias».
Inflamable
A diferencia de las especies nativas, los pinos producen grandes cantidades de resina inflamable y sus piñas pueden liberar semillas después del fuego que facilita su expansión.
Franzese puso como ejemplo que, en la Comarca Andina, se hicieron plantaciones de pinos muchas décadas atrás con la idea de impulsar una explotación forestal. «Pero esas plantaciones se abandonaron y crearon un gran riesgo de incendios. Los estudios demostraron que la hojarasca acumulada de esas plantaciones -que no se ralearon- es terrible. Se junta hojarasca en el suelo que puede alcanzar los 40 centímetros de profundidad y resulta material combustible, seco e inflamable«, detalló.
Mencionó que se hicieron estudios a fin de comparar la hojarasca del bosque húmedo con del pino: «En este último caso, es recalcitrante, esto quiere decir que no se descompone, genera combustible y aumenta el riesgo de incendio«.
Destacó otro efecto de la invasión de pinos y el crecimiento descontrolado de un árbol al lado del otro: «Producen piñas que, a su vez, liberan semillas al entorno y por ende, el mismo efecto de acumulación de material seco. Después de cinco años, las piñas o conos tienen una alta tasa de inflamabilidad».
Las piñas además, detalló, actúan como pavesas. ¿Qué son? «Se trata de elementos transportadores de fuego. Cuando se prenden, estas piñas generan un efecto explosivo y a veces, con las corrientes convectivas son trasladadas a varios metros de distancia y generan focos secundarios de incendios», puntualizó.
Por eso, la investigadora insistió en la necesidad de concientizar respecto al efecto de los pinos alrededor de casas o barrios y el riesgo ante un incendio. «Recientemente, entrevistamos a varios combatientes de incendios que admitieron haber observado este efecto de las piñas -liberando pavesas y generando focos secundarios- en repetidas ocasiones», indicó.
Los pinos y sus efectos adversos
En 2021, la Red Pinos, una iniciativa de científicos y organizaciones locales, se conformó con la intención de frenar esta invasión con campañas de educación ambiental y acciones concretas de remoción.
“Muchos habitantes de Bariloche y otras localidades desconocen que los pinos no son nativos y que su presencia puede generar incendios más severos. La clave es cambiar esa percepción y fomentar el uso de especies autóctonas en jardines y espacios públicos”, planteó Franzese.
Contó que con las primeras remociones de pinos, «hubo varios detractores. Mucha gente nos planteó cómo podía ser que estuviéramos sacando árboles. Ya hay más aceptación porque se conoce más el impacto del pino».
Poco a poco, reconoció, «la gente se está concientizando respecto a que los pinos son exóticos, invaden y tienen impactos adversos. Ahora, el más evidente está relacionado al fuego«.
«Desde la red -agregó-, estamos tratando de facilitar las gestiones: hoy, cuando alguien quiere sacar un árbol, debe pedir permiso al Servicio Forestal Andino y hacer una compensación. Estamos solicitando hacer cambios efectivos para el vecino».
Epuyén, Los Manzanos, El Bolsón, Los Alerces, Lanín. El cambio climático, la deforestación, el crecimiento urbano y la expansión de especies exóticas, como los pinos, configuran un escenario propicio para incendios cada vez más severos, con miles de hectáreas arrasadas.
Registrate gratis
Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento
Suscribite desde $1500 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Comentarios