La puntualidad suele ser muy valorada por quienes no disfrutan esperar. Sin embargo, algunas personas llegan demasiado temprano a ciertos lugares, incluso cuando no es necesario.
Por esta razón, así como la psicología ofrece respuestas sobre diversos temas, en esta ocasión explica por qué algunas personas sienten esta necesidad de presentarse antes del tiempo pactado en las citas.
El significado de llegar temprano a las citas, según la psicología
Laura Fuster, psicóloga clínica en Valencia, explicó al sitio Cuídate Plus que llegar temprano a las citas refleja algunos rasgos de personalidad.
- Son personas responsables, ya que tienen muy claras las consecuencias de sus actos, por lo que prefieren llegar antes de tiempo y no tardar.
- Tienen empatía y deciden anticiparse al ponerse en el lugar del otro, considerando que si su tiempo es valioso, el de los demás también lo es.
- Prefieren tener el control de las situaciones.
- Suelen ser organizadas, lo que les permite planificar y gestionar bien el tiempo que necesitan.
- Pueden priorizar actividades y evitar distracciones para asegurarse de llegar a tiempo.
- Tienen una percepción clara del tiempo que requieren las actividades y los desplazamientos, lo que les permite hacer estimaciones realistas.
- Suelen ser personas en quienes se puede confiar para cumplir con sus palabras y compromisos.
- Prefieren evitar errores, incluidas situaciones que puedan generar críticas por llegar tarde.

Estas personas, según señala la psicóloga, pueden volverse eficientes y confiables ya que combinan la organización y la responsabilidad planificando su tiempo y cumpliendo con lo que ya se comprometieron.
Por otro lado, la puntualidad puede relacionarse en psicología con el miedo a la incertidumbre y la necesidad de mantener el control para evitar situaciones que les generen ansiedad.
Además, en algunas ocasiones, las personas utilizan la puntualidad como una forma de agradar a los demás buscando aceptación, aprobación y evitando posibles conflictos o rechazos.

Sin embargo, muchas veces esta necesidad de ser puntual puede convertirse en un problema cuando se lleva al extremo, como cuando está influenciada por la ansiedad o surge de una necesidad incontrolable de mantener el control. En estos casos, puede convertirse en un estrés o en un hábito poco saludable, según la psicóloga Laura.
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