Las acusaciones le llovían. Los señalamientos eran parte de su día a día. Ya pesaba sobre él una condena a 15 años de prisión desde 2020 por abusar de un vecino de seis años, un paciente de cuatro y a dos de sus sobrinas. Pero eso, lejos de ser lo peor, era sólo la punta del iceberg en la carrera oculta, criminal y perversa de Joel Le Scouarnec, el cirujano francés de 74 años. Porque, a partir del juicio que comenzó el 24 de febrero, se reveló que el hombre ultrajó a 300 menores de edad, muchos de ellos bajo anestesia médica.
Su vestimenta simple y discreta al salir desde la celda en la que estaba recluido para dirigirse al tribunal de la ciudad de Vannes, en Bretaña, no llamaba la atención de nadie: un jersey beige y una remera negra. Una vez allí, la jueza Aude Buresi dio por comenzada la audiencia, consultó su nombre y preguntó cuál era su profesión antes de ser encarcelado. “Cirujano”, respondió Le Scouarnec, escueto.

Las acusaciones que recaen en el hombre son, cuanto menos, extremadamente perturbadoras: abusar durante tres décadas de 300 niños y niñas, muchos de los cuales estaban bajo anestesia después de procedimientos quirúrgicos en hospitales de toda Francia donde trabajaba.
Como si la gravedad del asunto no fuera ya suficiente, magnitud de sus presuntos delitos fue total y evidente recién en 2017, cuando una de las víctimas, en aquel entonces de seis años, contó a sus padres que "el hombre con la corona de pelo blanco" le había abusado sexualmente por encima de la cerca de su jardín. Automáticamente, llamaron a la policía para que atrapen al agresor. Y fue allí cuando el verdadero horror quedó al descubierto.

Como parte del procedimiento de rutina relacionado a este tipo de casos, las autoridades llevaron a cabo una redada en la propiedad de Le Scouarnec, ubicada en la ciudad de Jonzac, al suroeste de Francia. Lo que hallaron les heló la sangre: 300.000 fotografías y videos que retrataban los abusos infantiles. Pero eso no era todo. También había diarios con los relatos específicos y llenos de detalles de cada uno de los abusos a niños y niños, incluyendo sus nombres, descripción de los ataques y las fechas en las que había cometido los delitos.
Los agentes también encontraron bajo el parqué de la casa una colección de muñecas de tamaño natural a las que el cirujano había puesto nombres. Como parte de los relatos de sus diarios de abuso, sus escritos mostraban que había "matado" a algunas de ellas tras entrar en pánico cuando se descubrió una red de pederastia en Borgoña.
Joel Le Scouarnec: “Soy un pedófilo y siempre lo seré”
Así rezaba una nota encontrada durante las inspecciones de la policía en la casa de Le Scouarnec. Junto a ella, muchos de los detalles más impactantes se mostraban sin ningún tipo de recelo dentro de los diarios. Esta información fue utilizada por la policía para localizar a cientos de presuntas víctimas, muchas de las cuales no recordaban haber sido agredidas porque estaban sedadas.
De hecho, según indicaron las autoridades, algunas de las personas que sufren el ultraje del cirujano fueron “empujadas al suicidio, a la adicción al alcohol y a las drogas o habían tenido dificultades para establecer relaciones”. Además, se descubrió que los delitos de Le Scouarnec podrían haberse detenido cuando fue condenado en 2005 por posesión de pornografía infantil tras una operación encubierta lanzada por el FBI estadounidense.
Sin embargo, le dieron una sentencia suspendida de cuatro meses y aceptó un puesto a tiempo completo en un hospital de Jonzac, donde continuó ejerciendo (y presuntamente abusando de pacientes) hasta 2017. En 2006, el cirujano fue denunciado ante la Orden de Médicos, el organismo profesional de Francia, cuando un colega descubrió su condena penal, pero no se tomó ninguna medida.

"Detengan el código de silencio", dicen en Francia
Antes de la apertura del juicio en el Tribunal Penal de Morbihan en Vannes hoy, los médicos franceses y sus víctimas describieron una "omerta" (código de honor de la mafia siciliana que prohíbe delatar actividades delictivas) al denunciar a los profesionales médicos que permitió al médico continuar abusando de un gran número de niños incluso después de su condena. Durante la manifestación se levantaron carteles que decían: "Detengan el código de silencio". Allí, un médico de cabecera jubilado dijo que la falta de acción por parte de las autoridades era "vergonzosa".
Por su parte, Ariel Ladebourg, un estudiante de medicina de 21 años, dijo que el juicio era sólo "la punta del iceberg", sugiriendo que muchos de estos ataques contra niños quedan impunes.
La acusación hacia Le Scouarnec es no sólo grave, sino increíblemente extensa: está detallada en 745 páginas. Está señalado por agredir a 158 hombres y 141 mujeres entre 1989 y 2014. La edad media de las presuntas víctimas era de 11 años.
El cirujano se enfrenta a una pena máxima de 20 años de prisión. Y es que la legislación francesa no permite la acumulación de penas, incluso cuando hay más de una víctima involucrada. El juicio, según anticiparon, podría durar hasta junio.
Este es el segundo caso importante de abuso sexual que sacude a Francia en cuestión de meses, después de que 51 hombres fueran condenados en diciembre por violar y agredir a Gisele Pelicot a instancias de su marido, Dominique.
TC / ds