Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, la mujer asesinada en la ciudad cordobesa de Río Cuarto en 2006, y su hija Valentina se sumaron como querellantes en el caso que investiga el femicidio, una de las causas emblemáticas del universo policíaco de la Argentina por la atrocidad perpetuada contra una mujer y por la complejidad judicial del mismo.
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Marcelo Macarrón, el viudo de Nora Dalmasso, la mujer asesinada en la ciudad cordobesa de Río Cuarto en 2006, y su hija Valentina se sumaron como querellantes en el caso que investiga el femicidio, una de las causas emblemáticas del universo policíaco de la Argentina por la atrocidad perpetuada contra una mujer y por la complejidad judicial del mismo.
Así lo confirmó en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, la abogada Mariángeles Mussolini, quien explicó al respecto: "Marcelo y Valentina se constituyeron como querellantes bajo la representación del asesor Gustavo Liebau".
"Por una cuestión técnica en una misma querella no puede haber dos abogados, así que armamos dos querellas diferentes", sostuvo la letrada y a la vez que recalcó: "Estamos trabajando en el mismo sentido".
Mussolini patrocina a Facundo Macarrón, uno de los hijos de Dalmasso que había sido acusado falsamente de abusar sexualmente y asesinar a su madre en la casa del barrio Villa Golf, pero luego fue absuelto.
El pedido fue aceptado por el fiscal Pablo Jávega que continúa con la investigación tras la feria judicial que se llevó a cabo durante el mes de enero.
La Justicia investiga a Roberto Bárzola, sospechoso de ser el autor material del homicidio, luego de que se descubra un ADN compatible con sus huellas genéticas recolectadas en la bata y en el cuerpo de la víctima.
El hombre, quien se desempañaba como pulidor de pisos en la vivienda de la familia, fue imputado por abuso sexual seguido de muerte, aunque tras ser imputado de manera formal y ante la consulta de si quería testificar el acusado se negó a declarar, al menos por el momento.
Así mismo y entre los pedidos dentro del proceso legal, la defensa de Bárzola solicitó la prescripción por el tiempo transcurrido desde noviembre de 2006.
La mujer fue encontrada desnuda en el dormitorio de su hija y según la autopsia, el asesino dejó marcas de sus dedos en el cuello de la víctima a quien asfixió por compresión manual, además de haberla estrangulado con el lazo de su bata.
La justicia de Río Cuarto comenzó a investigar al nuevo sospechoso en el emblemático caso cuando Bárzola se presentó en el juicio el 27 de abril de 2022 con un barbijo, en su testimonial el hombre tuvo contradicciones y quedó marcado.