En fotos: los refugiados que trajeron vida a un pequeño pueblo olvidado de España

JOSEP LAGO - AFP

Con una población escasa y anciana, el pueblo rural español de Burbáguena “se moría” por la muerte de las personas mayores y la decisión de los jóvenes de partir en busca de mejores oportunidades

LA NACIONFernanda Corbani

En 2021 la asociación Accem, que nació a mediados del siglo XX para ayudar a los emigrantes españoles, eligió este pequeño pueblo de la provincia interior de Teruel, en Aragón (norte), para abrir un centro de solicitantes de protección internacional lo que llevó al pueblo a volver a ver sus calles repletas de familias y niños. “Ver a tantos niños es una maravilla”, dicen ahora los vecinos.

Vista del pueblo de Burbáguena, cerca de Teruel. Con una población escasa y envejecida, "estaba muriendo", como recuerdan sus residentes al hablar de la época anterior a la apertura de un centro de refugiados que llenó sus calles de gente, nuevamente.JOSEP LAGO - AFP
Desde su apertura en mayo de 2021, el centro atendió a más de 1000 personas que aguardan el visto bueno de las autoridades españolas para quedarse definitivamente. JOSEP LAGO - AFP
Los antiguos habitantes que nunca abandonaron el pueblo siguen disfrutando de la tranquilidad de sus calles.JOSEP LAGO - AFP
Antes, Burbáguena tenía unos 200 habitantes y hoy supera los 350.JOSEP LAGO - AFP
Al menos un centenar se instaló en la zona, muy necesitada de revitalización.
Al menos un centenar se instaló en la zona, muy necesitada de revitalización.JOSEP LAGO - AFP
En el pueblo esperan que la población siga creciendo.
En el pueblo esperan que la población siga creciendo.JOSEP LAGO - AFP
Se recuperó el servicio de autobús escolar a Calamocha y la farmacia, el bar y la panadería pueden abrir casi a diario. 
Se recuperó el servicio de autobús escolar a Calamocha y la farmacia, el bar y la panadería pueden abrir casi a diario. JOSEP LAGO - AFP
El panadero Jesús Peribáñez, de 64 años, prepara una tanda de pasteles en su panadería, además reparte pan a 14 pueblos cercanos, y próximo a la jubilación, está intentando que alguien continúe con su negocio.
El panadero Jesús Peribáñez, de 64 años, prepara una tanda de pasteles en su panadería, además reparte pan a 14 pueblos cercanos, y próximo a la jubilación, está intentando que alguien continúe con su negocio.JOSEP LAGO - AFP
Mientras esperan la aceptación para residir en el país, los refugiados realizan diferentes tareas que ayudan a la activación económica del pueblo.
Mientras esperan la aceptación para residir en el país, los refugiados realizan diferentes tareas que ayudan a la activación económica del pueblo.JOSEP LAGO - AFP
Varios refugiados se reúnen frente a la residencia de la asociación Accem.
Varios refugiados se reúnen frente a la residencia de la asociación Accem.JOSEP LAGO - AFP
Durante la estadía los más pequeños pueden asistir al jardín de infantes y relacionarse con otros niños.
Durante la estadía los más pequeños pueden asistir al jardín de infantes y relacionarse con otros niños.JOSEP LAGO - AFP
Entre la espera a ser admitidos y las tareas cotidianas, los refugiados realizan diferentes actividades como jugar al fútbol.
Entre la espera a ser admitidos y las tareas cotidianas, los refugiados realizan diferentes actividades como jugar al fútbol.JOSEP LAGO - AFP
"La España que siempre vemos es la España de Madrid, la España de Bilbao, la España de Valencia, la España de Barcelona. Y no conocemos esta España, esta España rural, esta España muy bonita", narra emocionado García, que quiere quedarse a vivir aquí.

"La España que siempre vemos es la España de Madrid, la España de Bilbao, la España de Valencia, la España de Barcelona. Y no conocemos esta España, esta España rural, esta España muy bonita", narra emocionado García, que quiere quedarse a vivir aquí.
JOSEP LAGO - AFP
El centro acoge a personas de Venezuela, Colombia, Perú, Mali, Nigeria, Burkina Faso, Senegal, Afganistán y Ucrania, una cuarta parte de ellos niños en edad escolar.

El centro acoge a personas de Venezuela, Colombia, Perú, Mali, Nigeria, Burkina Faso, Senegal, Afganistán y Ucrania, una cuarta parte de ellos niños en edad escolar.
JOSEP LAGO - AFP
"Vienen con muchas historias duras, con mochilas cargadas de mucho sufrimiento y creo que vienen con una capacidad de generosidad, de empatía, de resiliencia, que facilita mucho el contacto, las relaciones positivas y la fraternidad", sostiene Elena Orús, directora del centro.
"Vienen con muchas historias duras, con mochilas cargadas de mucho sufrimiento y creo que vienen con una capacidad de generosidad, de empatía, de resiliencia, que facilita mucho el contacto, las relaciones positivas y la fraternidad", sostiene Elena Orús, directora del centro. JOSEP LAGO - AFP
El pueblo lentamente va recuperando vida en sus calles.
El pueblo lentamente va recuperando vida en sus calles.JOSEP LAGO - AFP
Dos personas esperan la llegada del autobús que estaba a punto de dejar de funcionar.
Dos personas esperan la llegada del autobús que estaba a punto de dejar de funcionar.JOSEP LAGO - AFP

Fotos: Josep Lago / AFP

Edición Fotográfica: Fernanda Corbani

Por Fernanda Corbani
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