La tradición china, en especial a través del Feng Shui, ofrece una serie de principios para ordenar el hogar con el objetivo de mejorar la armonía, la energía y el bienestar de quienes lo habitan. Esta práctica milenaria se basa en la disposición de los espacios, la elección de los colores y el flujo de energía o “chi” dentro del hogar.