La reunión de Estados Unidos con Rusia para poner fin a la guerra en Ucrania se desarrollará en Arabia Saudita, debido al vínculo comercial estrecho que el país árabe ha forjado con el Kremlin en relación a la producción de petróleo y siendo ambos gobiernos, los líderes de la OPEP. Por lo que la cumbre es un triángulo de superpotencias de combustibles fósiles, por su poderío en materia de hidrocarburos y gas.
El primer ministro y príncipe heredero, Mohammed bin Salman no se sumó a las sanciones contra Vladimir Putin, lo que sitúa a Riad como una de las grandes potencias que no ha tomado partido en el conflicto ucraniano.
La ubicación de estas conversaciones, descrita por el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, como una que “en general conviene” a Estados Unidos y a Rusia , es ampliamente considerada como una victoria para el líder de facto del reino, el príncipe heredero de 39 años. Su misión es transformar su país, rico en petróleo y con un pasado islamista fundamentalista, en una nación capaz de cultivar el poder blando a partir de su inmensa riqueza.
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El gobierno saudí ha expresado su intención de implicarse activamente en las conversaciones de paz, no sólo como país anfitrión, sino con un rol más activo de mediador.
La relación especial con Arabia comenzó en 2017 cuando Donald Trump inauguró su primer mandato, optando por debutar en el extranjero con una gira que comenzó en el Reino Saudí y, lo ha vuelto a colocar en el centro de la diplomacia mundial.
El comentarista saudí, Ali Shihabi, señaló: “No creo que haya otro lugar donde el líder tenga una relación personal tan buena tanto con Trump como con Putin” y destacó que “para Arabia Saudita, el evento es prestigioso y mejora el poder blando saudí a nivel regional y mundial”.
Guerra de Ucrania: La dualidad de la política exterior e intereses geopolíticos de Arabia Saudita como mediador diplomático
La elección de Arabia Saudita como sede del encuentro subraya hasta qué punto ha avanzado el reino en el plano diplomático en los últimos años. Riad ha preservado históricamente sus relaciones tanto con Moscú como con Kiev, en un intento de equilibrar sus intereses geopolíticos y económicos.
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En el ámbito energético, Arabia Saudita ha trabajado de forma conjunta con Rusia en el marco de la Organización de los Países Exportadores de Petróleo con un objetivo en común, para estabilizar los mercados globales.
Por otro lado, también ha mostrado su respaldo a la integridad territorial de Ucrania en foros internacionales y participó en iniciativas humanitarias para mitigar el impacto del conflicto en la población ucraniana.
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La “dualidad” en su política exterior refleja, según los analistas internacionales, la estrategia saudita para posicionarse como mediador neutral, capaz de facilitar el diálogo entre ambas partes del conflicto.
Además, subrayaron que todo forma parte de un cambio más amplio. En los últimos años, Arabia Saudita ha reorientado sus políticas hacia la neutralidad en los conflictos mundiales con la esperanza de atraer miles de millones de inversiones que podrían ayudar a lograr “Visión 2030”, el plan del príncipe heredero para diversificar la economía saudí lejos del petróleo.
PM
